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"Si me dejaran una escopeta..."

07/10/2020
 Actualizado a 07/10/2020
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Ya estamos cerrados. Ya lo hemos conseguido. Aquí cada uno se puede poner su porcentaje de culpa, si es que considera que tiene algo, pero el caso es que cuando estén leyendo estas líneas ya no podrán abandonar la capital leonesa o San Andrés del Rabanedo si no tienen una causa más que justificada, es decir, que estén dentro de los límites que han impuesto tanto el Ministerio de Sanidad como la Junta de Castilla y León.

Todavía llama la atención que haya 68 personas a las que les hayan multado por no llevar mascarilla. Quizá todos ellos estén sanos y no vayan a contagiar a nadie, pero no creo que ponérsela sea el mayor de los sacrificios de cuantos hemos tenido que pasar en este país.

O quizá sí, quién sabe, cada uno pone su barrera y su excusa donde quiere, solo faltaba. Otros consideran que habría que ser más duros para evitar estas imprudencias. «Si me dejaran una escopeta...», decía el otro día el dueño de un bar mientras yo aprovechaba los últimos rayos de sol con calor del año en una solitaria terraza alejada del centro de la ciudad.

Porque no hay que negar que los últimos días se han caracterizado por tener las terrazas y los bares en general más llenos que nunca, aunque también es verdad que en la mayoría de los casos se cumplían todas las medidas de seguridad sanitaria.

Es por tanto la búsqueda del sentido común una vez más lo que marcará que salgamos de esta, como ya sucediera en mayo y junio, cuando poco a poco mejoraron los datos y cada vez eran menos los contagios. Ahora tenemos una explosión de casos y parece que no hay forma de pararlos, así que la única solución será exponerse lo menos posible y, en todo caso, al aire libre. Y eso que siempre quedará el recurso de la mano dura, la escopeta o, más bien, las multas para que se cumplan unas normas que no son tan graves si lo pensamos.
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