Regar un cáctus

30/04/2024
 Actualizado a 30/04/2024
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Y se bebió de un solo trago la réplica y el suplicatorio, sin llegar a distinguirlos. Apuraba los tiempos porque se había despojado del habla a reloj parado. Tantas veces como había intentado convencerles… Tanta saliva para regar un cáctus. No servía. Y se hizo una autoelegía anárquica que no rimaba ni en los impares. Todo le importaba medio potosí. Escogió morir ahogado, en el domingo de Benedetti, el día más insípido del menú de los días. Así cayó la esperanza al suelo, entre el veneno de las guerras, la insoportable sonrisa a medias de una mentira consabida, asesinada con la misma bala de plata con la que mataron la dignidad. Cinco días con Pedro, o sin él.  A margarita deshojada, se activaba una cuenta atrás que se pretendía importante: un presidente que pide tregua, reflexión o aire. Se trabajaba en que, al menos, fuera el desnorte de todas las cabezas. Y tal vez lo pareciera, porque la barra del bar y la cuadriculada esfera de librepensantes televisivos son primas hermanas de lo que marca tendencia. Ambas hablan de lo que se manda hablar. Pero a los trabajadores de Roldán se les iba la cabeza al ERTE que recuperaba fuerza. Los pacientes del hospital seguían hilando comba descontando esperas para ver si, por fin, algún médico decía «sí quiero esta plaza». En LM se trabajaba a destajo para cumplir y mantener, dos infinitivos que marcan el futuro próximo…del otro no se puede esperar ni tan siquiera que llegue. En Bembibre piensan en el Grand Prix, que tal vez deje un poso de algo. Lo que sea estará bien. En Villafranca en Las Edades del Hombre y en mantener abierta la línea de teléfono en un rural que se desangra, porque, si se echan números, hay a quien le va mejor eutanasiarlo. En Fabero piensan en ver crecer por dentro al Pozo Julia. En Ponferrada en saber cómo acaba el año el gobierno de Morala, y si la Zona de Bajas Emisiones pincha o se parchea. En casa piensan en que llega el día de la madre y en compartir una comida que nos abrace a todos alrededor de ella. Eso es religión. Lo demás, estando detrás de cada esquina en la que se paran los de Roldán, LM, Bembibre, Villafranca, Fabero o Ponferrada, nos va quedando cada vez más lejos. Puestos a reflexionar, me parece que alguien sigue sin tirar de la cadena –y no es la del wc-.

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