Reflexiones

Tristísima la reflexión que contiene un llamado, que dicen al otro lado del charco, sobre algo que nos afecta de lleno como sociedad, en la que a una muy temprana edad mandamos a los niños a la guardería, a los abuelos a la residencia y nos compramos un perro para que nos haga compañía.

¿Qué sociedad estamos creando? Ya nada nos sirve para los momentos de ocio, nada, aunque dispongamos de bibliotecas, una veintena de canales de televisión, cuatro plataformas de pago, amén de internet para navegar más que Juan Sebastián Elcano.

Ocurre que en la sociedad moderna nos hemos vuelto más individualistas, ¡mucho más!, pero no hemos aprendido a vivir en soledad, no, es que aprender uno mismo es un verdadero arte, puesto que socialmente hemos sido educados para estar acompañados.

Los lugares comunes, o más bien ‘sentencias en plan cuñao’ cuando damos consejos sobre este tema, no pedidos, son muy curiosos puesto que mostramos nuestra valía personal de «psicólogos de mercadillo» con frases lapidarias demasiado manoseadas. ¿Qué hay que hacer para ocupar nuestros momentos de asueto? Respuesta, versus lógica, aplastante: un viaje, una cena, un libro o ver una película, sería lo propio. Y ya está, a descansar después de la conclusión/solución a la que hemos llegado.

¿Deberíamos organizar nuestra vida mejor? ¡Carpe díem!, puesto que el niño tiene toda una vida por delante, ¡toda!, y tal vez la residencia no sea el mejor estadio para un ser que está ya en la penúltima estación de su vida, antes de subirse a un tren que le lleva a una vía muerta, y hasta es posible que la mascota también pueda esperar.

Eso sí, siempre nos quedará el Metaverso, que yo no sé qué es, pero queda muy bien en un artículo, ¿no? Busco: «Metaverso, (con mayúscula), es un espacio virtual que combina todas las partes desconectadas del mundo virtual en un todo único». ¡Pues vale! Salud.