Referencias, querida

21/02/2024
 Actualizado a 21/02/2024
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Es lunes, son más de las once de la noche y cientos de miles de espectadores estarán atentos a su plataforma digital de confianza para ver a unos chavales que sueñan con ser cantantes y que les han tenido pegados a la pantalla durante los últimos tres meses. O en su defecto a las redes sociales. Lo de los concursos con Twitter de por medio, es otra liga. Si no, que se lo digan a los #tróspidos.

Ya no a través del teléfono móvil, pero sí ante las televisiones cuando no se ofrecía el contenido a la carta estaban hace más de veinte años otro grupo de jovenzuelos que se alzaron con el título (bien merecido para algunos, «una carnicería que juega con los sueños de los chavales» para uno de los mejores compositores –cortavenas– de este país) de ser la primera promoción de cantantes salidos de un concurso que sentó en el sofá a millones de personas y a otros miles los llevó a seguirles por toda España, plaza de toros de León incluida. Después, el chándal gris ya es historia.

Los programas y las series de televisión, con suerte, consiguen generar interés máximo en la audiencia y que eso repercuta en beneficio económico en la productora y en el éxito entre sus participantes. Lo que pueden obtener, con orgullo, es ser recordados por siempre gracias a sus personajes. O lo que es mejor, a lo que dijeron sus personajes. Todavía habrá quien entone el «esto es increíble», con acento de Almería (antes de preguntarse «¿cómo están los máquinas?»). O el que antes de aparecer por la puerta anuncie «soy Concha, entro». «Qué hago súper, me mato» servirá para mostrar la resignación y ya todo el mundo sabe cómo se llama verdaderamente a los «haters». O que se lo pregunten a Paquita. ¡Ah! Dentro de poco llegará abril… y no, lo que va después no es mayo.

Todas las generaciones viven de referencias, y los adolescentes ‘dosmileros’ lo hicimos con series y programas de televisión que nos mantuvieron pegados a las pantallas cuando podíamos hacer poco más que un «cnt bss» con el teléfono móvil. Ahora, si algo nos apasiona de las redes sociales es poder guardar todos aquellos momentos que se quedaron grabados en la memoria. Porque sí, sucedieron, no fueron un sueño de Antonio Resines.

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