27/04/2023
 Actualizado a 27/04/2023
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En aquellos días de la pandemia, cuando nos tuvieron encerrados como si fuésemos apestados, uno, para matar el tiempo, leía cienes y cienes de periódicos. Hice mal, sin duda, porque estuve a punto de volverme loco, como el Quijote, aquel que de tanto leer y tan poco dormir se le secó el ‘celebro’. Desde hace una temporada, sin embargo, he puesto coto ante tamaña desmesura y, a día de hoy, sólo leo tres: El Diario de Valderrueda, Argumenty y Fakty (Argumentos y Hechos), y, por supuesto, La Nueva Crónica. Al primero acudo para saber lo que pasa en los pueblos que me son conocidos y tan queridos; el ruso, para tener una visión partidista (del otro lado), de lo que está pasando en la guerra y La Nueva Crónica por motivos evidentes. De los tres, suelo leer casi todo, hasta los anuncios.

Algunas de las noticias son curiosas, como la del domingo pasado y que me sirvió para escribir el artículo del jueves; si, esa que decía que follábamos como conejos... Ayer aparecieron dos más que me sirven de excusa para escribir este de hoy: según National Geographic, León es el mejor destino turístico urbano de España y, además, lo han elegido sus lectores, lo que, cree uno, le da mucho más valor. León es una ciudad cómoda para andar puesto que casi toda, menos el barrio de San Esteban, es llana como la palma de la mano. Además, se recorre en una hora, todo lo más, por lo que no tienes que deslomarte para visitar la Catedral, San Isidoro, Botines, Palacio de los Guzmanes o Musac; ni tampoco para recorrer los cientos de bares en los que abrevamos los nativos y los visitantes. Uno, que ha visitado muchas de las ciudades de este país, no encontró ninguna tan recogida, tan asequible y tan descansada para patear. Y muchas tienen cuestas, demasiadas cuestas que te dejan rilado y cansadísimo. No, no me extraña que los lectores de National Geographic nos hayan dado el primer puesto en el podium.

La que no entendí fue la segunda noticia: según UK Therapy Rooms, esta ciudad ocupa la segunda posición entre las ideales para personas introvertidas, tímidas y, en el fondo, solitarias. No voy a poner la lista de las diez primeras, pero os diré que hay dos búlgaras, una rumana, una albanesa, una austriaca, una noruega, una macedonia y, la que ocupa el primer puesto, una portuguesa, que además es una isla. ¿Cual es el criterio que han usado? ¿Cómo se sabe que una persona introvertida va a ser feliz visitando León? Me parece, ¡claro!, una estupidez tan grande como la Catedral o así. Uno de los estándares que yo utilizaría es saber cuanta gente bebe sola en los bares. Aquí, es casi imposible, puesto que siempre encontrarás alguien con quien dar palique aunque no quieras. Y los camareros, sobre todos los antiguos, son los primeros que fomentan esa relación entre desconocidos solos. Beber en soledad es una de las peores tragedias que te pueden suceder en la vida, porque sólo buscas la borrachera por sí misma; hacerlo en compañía, sin embargo, te puede llevar a la misma conclusión (mamarte como un perro), pero mientras lo consigues te da tiempo de poner a parir al alcalde, al presidente de la comunidad (no hace falta atosigarse para buscar motivos, puesto que hay un millón, como poco), o al del Gobierno Central, ese que sale en todos los telediarios y que es más guapo que el copón y te da tirria sólo con verlo; aunque puede que te caiga tan mal por puta envidia. Además, en esta tierra tan extrema en la que vivimos, lo que de verdad cuesta es romper el hielo los cinco primeros minutos; una vez conseguido, lo normal es que acabes invitando al desconocido a comer a tu casa y, llegado el caso, que le prestes a tu mujer (hombre), para que realice el acto con toda naturalidad. ¡Cuanto tendría que copiar Anfitrión, el griego, de los leoneses que agasajan a los desconocidos!

Uno nunca ha estado en Timisoara o en Barna, pero entiende que deben de ser hermosísimas, dignas de cualquier guía turística de postín..., y aburridas. Seguro que tienen muchos menos bares que León o que Ponferrada y atendidos por camareros con úlcera de estómago. Aquí, en cambio, tenemos una barbaridad y los que atienden detrás de la barra son psicólogos sin título que saben que tecla tienen que tocar para que pidas una ronda tras otra.

Uno llega a la conclusión que los británicos (gente de la debes de desconfiar por sistema), que hicieron el estudio son cuatro cantamañanas que escucharon campanas pero no supieron donde. La Tebaida leonesa se remonta al siglo IV y que, quintando la gente de Mataveneros, dejó de existir en el VI. Aquello del retiro para orar sin que hubiera tentaciones estaba muy bien, pero no tenía maldita la gracia. Uno estuvo, en varias ocasiones a lo largo de su vida, de hacer lo mismo que hicieron los santones medievales, mayormente porque es un misógino de tomo y lomo y la gente, a partir de cierta edad, me aburre. Pero siempre renunció, porque le gusta el abrevadero como a un tonto un chupachups y a él solo se puede acudir en compañía. Salud y anarquía.
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