‘Pregunta 84’

24/01/2024
 Actualizado a 24/01/2024
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«No sé cómo hacen mis compañeros que tienen familia y aficiones… yo no tengo tiempo ni para ir al gimnasio». «No soporto dejar algo a medias, soy muy perfeccionista». «Empieza su jornada laboral antes de la hora para planificar y adelantar su trabajo». Estas son algunas de las frases que aparecen en el enunciado de la ya famosa ‘pregunta 84’, la cuestión viral y polémica de la semana. 

Este sábado se celebraron las pruebas de Formación Sanitaria Especializada (FSE) para acceder a los distintos puestos ofertados por el Ministerio de Sanidad en distintas especialidades de ciencias de la salud. No, no es «el MIR», porque en estos exámenes se miden egresados de distintos estudios, aunque sí, en este caso los médicos son los protagonistas. 

La ‘pregunta 84’ de este examen –que no mencionaba explícitamente que se tratara de un profesional de Medicina Familiar– hablaba de una persona que no es capaz de gestionar bien su tiempo, que no llega a todos sus pacientes, que necesita horas extras para terminar el trabajo… y lo vinculaba a un trastorno mental. El enunciado saltó del examen del sábado a las redes sociales, a los medios de comunicación y, de ahí, a cualquier charla entre amigos, incluso a la hora del café, y lanzaba una cuestión (que no es nueva, por cierto) que ha conseguido pasar de estar entre las reivindicaciones históricas de los sanitarios a convertirse en un asunto de examen, con más o menos polémica.

Los profesionales de Atención Primaria viven al límite: sin tiempo para pasar consulta, con recursos limitados, con un exceso de carga de trabajo, o una falta de compañeros. Si la ‘pregunta 84’ ha servido para incluir de nuevo en la agenda las carencias del sistema sanitario, bienvenida sea. Si lo ha hecho para mostrar que el ‘burnout’ de muchos trabajos puede derivar en trastorno mental –que, por supuesto, hay que cuidar– también.

Si esto se convierte en una polémica pasajera, ya no tanto. Y si lo transforman en un (enésimo) conflicto político entre Consejerías y Ministerios de distinto color, lo ideal sería que la impugnación, en lugar de a la ‘pregunta 84’, se la hagan a otros.

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