Portero delantero

Juguemos a los médicos. Leandro se lesionó el 6 de diciembre en una rodilla que ahora quita el sueño al culturalismo. Además de disfrazar la lesión, se apuraron los plazos para devolver al jugador a la portería. En seis semanas estaba listo cuando los médicos no contemplaban un plazo inferior a dos meses. ¿Infortunio o precipitación?. No me cabe duda de que se ha hecho con la mejor voluntad, valorando opiniones de grandes especialistas y que no hay una norma escrita al respecto, pero el caso se gestionó mal desde el principio, con poca transparencia y mucho ruido interno. Es tal la trascendencia que se ha ganado Leandro que tardará en evaporarse el pesimismo que inunda la caseta. Y en este punto, ¿debe cambiar cromos la Cultural o insistir con un delantero?. La obligada vuelta al mercado le permite una última vuelta de tuerca a la plantilla. La decisión es contratar un portero, pero no estaría de más seguir ojo avizor. El equipo necesita un segundo delantero de garantías: Orodea u otro. Visto que el riojano es solo una solución de emergencia, se le queda corta la nómina de atacantes. No se llegó a tiempo, no se dieron las condiciones adecuadas o no se supo atacar la presa deseada en el mercado. El siguiente paso en la estructura del club debería ser un director deportivo. Llamazares llega hasta donde llega…y no es poco. El último partido evidenció las carencias ofensivas. Aketxe vale un potosí, pero necesita socios cerca. Alguien en el área para rematar las decenas de centros intrascendentes que llegaron desde las bandas cuando volvió a quedar inutilizado el juego interior una vez que Cristóbal echó el ancla metros atrás. Miren el lado positivo. La Cultural no volverá a jugar tan mal y recuperará la eficacia defensiva. Míchel subirá el nivel y cualquier día Viti se convertirá en el lateral que necesita este equipo. La llave del éxito sigue estando en los cimientos.