Esta semana ha tenido lugar el famoso Foro Económico Mundial, más conocido como ‘Foro de Davos’, y permítanme que titule esta columna al más estilo argentino como homenaje a Javier Milei, presidente liberal de Argentina, cuyo discurso ha sido uno de los más valientes e incisivos que se han escuchado en la pequeña ciudad suiza donde cada año tiene lugar el Foro.
Podrán llamarle excéntrico, libertario radical, ultraderechista o lo que desde la izquierda más retrógrada le quieran llamar, pero hay que reconocer que es un soplo de aire fresco entre los narcoestados, estados fallidos y experiencias bolivariana izquierdistas que cada vez abundan más en Sudamérica.
Al final, el día a día y el peronismo endémico le permitirá o no volver a colocar a Argentina donde se merece en la economía mundial, pero hasta ahora, lo que hace en cada una de sus apariciones o con sus gestos cuando viaja en aerolíneas regulares en lugar de en aviones privados (se llamen ‘bombardier’ o ‘falcon’) es un zarandeo a las conciencias, una llamada de atención de los riesgos a los que se dirige occidente con el abrazo a un socialismo camuflado de socialdemocracia. Una voz que se erige sin complejo contra el lenguaje del pensamiento único y de lo políticamente correcto.
Podrá gustar más o menos lo que dice, pero no deja a nadie indiferente y genera expectación muy por encima de cualquiera de los ‘líderes’ que se reúnen en Davos para intentar diseñar lo que será nuestra vida los próximos años.
Sólo hay que tener la curiosidad, como ha tenido mi amigo y compañero liberal Alberto Pérez Boix, de ver el número de reproducciones que están teniendo cada una de las intervenciones en el canal oficial de Youtube del Foro Económico Mundial para darse cuenta de qué es lo que le importa a la gente y lo que no.
La intervención de Pedro Sánchez, ha sido visualizada casi 5.000 veces, la de Zelenski 12.000 veces, la de Emmanuel Macron 14.000 veces, la de Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, 22.000 veces, la de la presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, 26.000 veces, situándose a día de ayer en segunda posición.
Pues bien, los casi 30 minutos de intervención de Javier Milei, había alcanzado en casi el mismo periodo de tiempo la friolera de 185.000 veces. Nada menos que 37 veces más público que nuestro presidente del Gobierno.
Les invito a que escuchen o lean la transcripción de la intervención de Milei. Un auténtico alegato a favor de la libertad individual, la igualdad, la cultura del esfuerzo, un manual liberal incluso con alusiones académicas a Israel Kirzner y Hayek que debería ser enseñado a nuestros jóvenes en las facultades de economía.
Ya sólo el comienzo del discurso sería digno de enmarcar cuando dice: «Hoy estoy acá para decirles que occidente está en peligro. Está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo, y, en consecuencia, a la pobreza».