Escribo en la tarde del domingo e ignoro, por lo tanto, si mañana lunes se habrán llevado una gran desilusión los que soñaban con la dimisión de Sánchez o los que no quieren que se vaya. Si hoy tuviera que apostar por una de las dos opciones, me arriesgo a pensar que no se va, por la sencilla razón de que tantos seguidores le están diciendo: «No te vayas, por favor». No puede ser indiferente a su clamor. Y es que de su decisión depende el pan de muchas familias: ministros, secretarios de estado, directores generales, diputados, senadores, asesores, cargos de libre designación y otros muchos más. Otro tanto podemos decir de los socios de gobierno y también de los independentistas, que nunca encontrarían un presidente tan comprensivo como éste.
Por esta misma razón, si el Presidente no desea irse, que no dude en someterse a una moción de confianza, pues tiene el éxito asegurado, dado que la mayoría que ahora le sustenta le sigue necesitando. Más aun, siempre he tenido el presentimiento, aunque prefiero equivocarme, de que en España cada vez será más difícil una alternancia en el poder. Es como si alguien pretendiera mandar a la oposición a Putin o a Maduro. Por otra parte, si el Presidente sigue confiando en la justicia, no tiene por qué tener miedo. Si su mujer es inocente, no la van a condenar. Y, si no lo fuera, un buen demócrata acata siempre las decisiones judiciales justas.
Entendemos que una persona muy enamorada esté dispuesta a todo por el amor de su vida, pero no por eso va a tirar la toalla. Siga Sánchez el ejemplo de Ayuso, que, por la misma razón de acoso a su pareja, no está dispuesta a amilanarse. Cuando la plataforma Manos Limpias denunció a miembros de la familia real, estaban de acuerdo con ella. ¿Por qué ahora no, si es la misma? En todo caso es la Justicia la que tiene la última palabra.
Aunque uno no es aficionado a las telenovelas o a las series televisivas, siempre intrigantes, hemos de reconocer que estamos enganchados a este serial, que nada tiene que envidiar a las películas de suspense. ¿Qué pasará el lunes? Ignoro si las casas de apuestas estarán aprovechando la ocasión. Aunque todo parece indicar que Sánchez seguirá en su puesto y que no va a dimitir, por amor a sus seguidores, cabe también plantearse la opción contraria y que nos preguntemos, como José Mota: ¿Y si sí? Pues bien, en caso afirmativo, su decisión es respetable. Claro que entonces surgirían nuevas preguntas: Y ¿por qué? Como en las telenovelas, esperaremos al siguiente capítulo.