13/09/2018
 Actualizado a 18/09/2019
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Aprovechando que, por una ocasión y sin que sirva de precedente, el Pisuerga pasaba la semana pasada por el aula Magna de San Isidoro de la ULE con motivo de la inauguración del curso académico universitario, uno de los medios de comunicación locales, ha deslizado muy sibilinamente, que bien pudiera ser que el sustituto del actual Procurador del Común fuera quién, en esta ocasión, ha estado encargado de dictar la lección inaugural.

Seguimos en las mismas. Quién siempre ha sido raposo no se convierte en gallina aunque lo encierres en gallinero. Quién está acostumbrado a muñir, nombrar y poner a autoridades políticas y sociales, no deja de hacerlo aunque lo aprisiones. Tal y como dice el tío Ful, nada es casual (bueno él lo dice con otras palabras que seguramente se entienden mejor). Todo tiene una intencionalidad manifiesta o disimulada. Ya están, algunos, moviendo hilos para que, llegado el momento, tener a quién más les interese en puesto de decisión. No estaría de más que nos mantuviéramos atentos porque en los próximos meses se tienen que colocar en puesto de salida a los más dóciles, que no siempre serán los más aptos. Y se les nota.

Por si fuera de interés para alguien, y aunque no tengamos la capacidad mediática del zorro apresado, también podemos proponer un candidato para ocupar el sillón de la procaduría de todos los que somos comunes. En ese puesto, ahora más que nunca, se necesita lo que en mi pueblo se llama un ‘hombre bueno’. Alguien cabal, con dotes probadas y sobradas para el diálogo y la empatía, con experiencia profesional (además de la meramente académica que también la tiene) contrastada. Alguien que ha sido el estandarte de su colegio profesional durante los últimos años, dando lustre a la institución que dirigía. Ha de ser alguien que no quede condicionado por la elección tejida y amañada entre rotativas presas. Ese candidato, para mí y ojalá que para otras muchas personas con capacidad de influencia y decisión es D. José Luis Gorgojo del Pozo.
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