No mires arriba

Esta histriónica comedia protagonizada por Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio nos coloca como sociedad ante el espejo y nos muestra como preferimos mirar hacia otro lado cuando el reflejo nos revela algo que no nos gusta, algo que no queremos afrontar o simplemente algo que no nos interesa en ese momento. Aunque la crítica no ha sido unánime en cuanto su grandeza, esta película invita a la reflexión en una sociedad que no lee más allá de un titular y que piensa que una foto con filtro en Instagram puede suplir el esfuerzo y el trabajo que hay siempre detrás de un logro. Al lado de los cuatro jinetes del apocalipsis, la muerte, el hambre, la enfermedad y la guerra, cabalga el quinto jinete, la desinformación. Los regímenes autoritarios persiguen, acosan y tratan de hacer desaparecer a la prensa independiente pero también algunos gobiernos democráticos, véase lo ocurrido con Julian Assange o más cerca y recientemente en nuestro modelo de éxito de comunidad autónoma los trabajadores de RTVCyL denuncian una «situación límite» y la «orientación y manipulación de la información política» en los informativos, teniendo en cuenta que durante años hemos subvencionado con dinero público una televisión autonómica privada con 20 millones al año, «orientada y manipulada», como denuncian sus propios trabajadores. Pero la estrategia de las ‘fake news’ no es nueva a pesar de que hemos acuñado este nuevo vocablo, pienso que mucha gente que lo utiliza no es consciente de lo manipulada que está por estas noticias falsas. Es una herramienta harto utilizada por el fascismo para llegar al poder, su fin último, manipulando discursos y deformando la historia, el «miente, miente que algo queda» atribuida por muchos a Goebbels para tapar sus vergüenzas o hacer daño a un adversario político.

Ver la peli ‘No mires arriba’ desencadena cierta sensación de frustración al reconocer en modo de sátira una sociedad egoísta, desde gobernantes más preocupados por su imagen pública que por el bienestar de los ciudadanos en clara alusión a Donald Trump, el millonario amante de las clases trabajadoras, negacionista del cambio climático, al ‘pan y circo’ de los programas de entretenimiento pasando por el postureo y frivolidad de las redes sociales o los medios de comunicación que no dejan que la verdad les estropee un buen titular. ¿Cómo es posible que ante la evidencia científica de la inminente colisión de un meteorito sean capaces de distraer a la opinión pública con rupturas sentimentales y shows televisivos? Pues de la misma forma que en España tras la erupción de un volcán, unas olas de calor sofocante con temperaturas nunca registradas y la creciente desertización de nuestra tierra hay negacionistas del cambio climático o después de una pandemia que ha puesto en jaque nuestra forma de vida aún se escuchan discursos que ponen en cuestión la vacuna que ha salvado nuestras vidas o la existencia del virus. Lo más preocupante desde mi punto de vista es el fascismo que siempre estuvo ahí y ahora se hace fuerte en versión partido político asumiendo estos peligrosos discursos como ciertos a sabiendas de que son falsos con el único propósito de manipular a un pueblo, muchas veces hastiado por las promesas incumplidas, sin preocuparle lo más mínimo sus devastadores efectos, exactamente igual que la presidenta de los EEUU, Orlean (Meryl Streep), en ‘No mires arriba ¿realidad o ficción? Sin embargo, hay otro mensaje muy importante en esta peli y es que la gente, el pueblo, todos y todas tenemos un arma muy poderosa, nuestra atención, podemos cambiar la sociedad a través de seleccionar a lo que prestamos atención. Se trata de una vía de doble sentido. Ninguna red social, periódico o marca puede sobrevivir sin nuestra atención. Lean, miren hacia todos los lados, pongan en cuestión y expresen su opinión para no terminar exterminados por el meteorito, es en ese momento cuando Leonardo DiCaprio toma la palabra y dice: «Realmente teníamos todo, ¿no?... ».

María Rodríguez es doctora en Veterinaria por la Universidad de León (ULE).