Imagen Juan María García Campal

Un mutis, unas urgencias

27/09/2023
 Actualizado a 27/09/2023
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No teman, hoy no escribiré de política, al menos en relación con la cubrición del puesto de presidente de Gobierno. Y entiéndase esa ‘cubrición’ como «acción y efecto de cubrir» que, cual fija el diccionario en su acepción catorce, es también «adjudicar a una persona una plaza o puesto de trabajo vacante». Así que no se vea en tal término referencia alguna a calentamientos propios de otra índole.

Habiendo como hay candidato que hoy se somete a examen, es por lo que escribo, previo a la prueba, después de haber hecho una tanda más de ejercicios, por una parte, de afinamiento de oído para no perderme nada de su programa de gobierno y, por otra, de fortalecimiento de la esperanza en que es un programa lo que voy a escuchar y no una intervención más propia de una moción de censura que hoy no toca. Porque lo confieso, mantengo dudas de si será sesión de investidura o de censura a un candidato aún no propuesto a la presidencia del Congreso de los Diputados por el jefe del Estado o será un ‘totum revolutum’. Es por ello que, entretanto, servidor hace mutis a este respecto y se queda, democráticamente, dispuesto a atenerse a las resultas. Y no se entienda tal prudencia por autocensura, que bien saben que me va la marcha.

Diré que, aun mi ausencia, suscribo enteramente, de pe a pis, la reivindicación hecha al Ayuntamiento por la Coordinadora de León para la Defensa del Sistema Público de Pensiones –tanto en su comunicado 135 del pasado día 21 como en su quincenal concentración de ayer– para que se instalen aseos públicos gratuitos en las calles y parques de la ciudad. Y conste que no la suscribo por solidaridad sino por pura y apurada necesidad. Es de agradecer esta reivindicación pública libre de prejuicios y vergüenzas que me recuerda y anima a escribir un artículo pendiente desde hace ya tiempo y que si entonces iba a titularse ‘La puta gota’ ahora ya habría de titularse algo como ‘Dualidad del propio esprint’. Y digo dualidad porque, en esas imprevisibles y urgentes circunstancias, se esprinta tanto en contra como a favor de uno mismo. Sí, suscribo totalmente, de pe a pis, dicha reivindicación porque además así, en los lentos y amistosos paseos de los miércoles podremos mi amigo y yo regresar a la normalización lingüística y volver a preguntarnos «¿dónde tomamos el próximo café?» y no «¿en qué café meamos la próxima vez?».

¡Qué cosas tienen mundo y vida! ¡Qué cosas sus gentes, qué cosas sus días! Vivir para sentir. ¡Que no nos falte el humor!

Buena semana hagamos y tengamos. ¡Salud!

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