Mercado de primavera

Esta semana llegó a mis manos ‘Mercado de Invierno’, el primer acercamiento de un genio de la novela negra como Philip Kerr al mundo del fútbol. De sus primeras páginas me quedo con un pasaje en el que un ficticio entrenador portugués, al lado del cuál Mourinho parecería un santo, se las tiene tiesas con el delantero estrella del equipo, usando todo tipo de triquiñuelas para el apartarlo de la escena.Con semejante fulano fuera de juego por motivos que no vienen al caso, su sustituto en el banquillo, Scott Manson, ofrece al ariete la posibilidad de redimirse, dejar de ser la oveja negra y volver a ser grande. «La mejor decisión de mi vida», pensó Manson. ¿Les suena?

Manolo Díaz tiene ante sí un reto durísimo. Yuri no está contento con su rol. Hasta el momento no ha entonado una palabra más alta que otra y en público siempre se ha mostrado bastante sereno, pero la rabia con la que celebró su gol ante el Leganés hizo evidente que tiene hambre de minutos y que no está conforme con su papel de revulsivo.

Hasta la fecha, en la balanza del técnico madrileño ha pesado más el trabajo y la velocidad que ofrece Rubén Sobrino a la voracidad goleadora del capitán. Sin embargo, el míster tiene que hacer todo lo posible para que el delantero vuelva a sentirse importante y convertirlo en un inesperado fichaje de la primavera. Porque Díaz necesita a Yuri tanto como Yuri a Díaz.

El brasileño es único en su especie. ¿No está en su mejor momento? Será difícil volver a ver al Yuri de la 2012/2013, pero que aún así lleve 15 goles es prueba más que suficiente de que todavía le quedan algunas tardes de gloria. De ello depende en buena parte que la Deportiva consiga saldar su deuda de hace dos temporadas y logre meterse en el ‘playoff’.