11/10/2023
 Actualizado a 11/10/2023
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Todos asistimos horrorizados a la masacre en Israel. Un acto terrorista reprobable y cruel, ejecutado contra civiles por parte de terroristas de Hamás y que ha volcado la solidaridad internacional sobre Israel. 

La guerra en Gaza se inició a finales de 2008 y para comprenderla debemos entender que la ocupación israelí de la franja de Gaza tras la guerra de 1967 es algo que los palestinos entienden como una forma de explotación colonial en la era post colonial, tal como apunta Avi Shlaim en ‘El Muro de Hierro’. 

En 1987 surgió la primera intifada en Gaza como una revuelta popular que se extendió rápidamente a Cisjordania. El acuerdo de Oslo de 1993 y de Oslo 2 de 1995, trataron de dar respuesta a los problemas que surgieron tras la guerra de 1967. Parecía que la creación de un Estado binacional democrático era la única alternativa a la paralización creada por la intifada de Al Aqsa, pero el estallido de la intifada de 2002 significó el fracaso final del Acuerdo de Oslo como el último intento de conseguir la reconciliación entre árabes e israelíes.

La guerra en Gaza el 27 de diciembre de 2008 fue el fracaso definitivo de una serie de enfrentamientos entre Israel y el gobierno de Hamás, que no olvidemos, había sido elevado al poder por el pueblo palestino.

Llegados al momento actual, somos conscientes de que el conflicto va más allá de las diferencias sobre la política en la franja de Gaza. Las placas tectónicas se mueven en Oriente Medio y cada movimiento afecta a la estabilidad global y a una polarización que amenaza la ya maltrecha seguridad mundial, herida por la guerra de Rusia y Ucrania. 

Mohammed Deif, líder del brazo armado de Hamás, ha descrito la operación como una respuesta a los «crímenes de la ocupación», la «desacralización» de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén y el endurecimiento de la situación de los presos palestinos. Asimismo, Hezbolá ha mostrado su apoyo desde Líbano a Hamás ante lo que califica de «crímenes de la ocupación» y el líder iraní, el ayatollah Ruhollah Khomeini, celebró los ataques en una publicación en X (exTwitter) donde afirmó que el régimen sionista será erradicado a manos del pueblo palestino y de las fuerzas de la resistencia [sic] de toda la región». 

Si Irán estuviese implicada en este ataque, algo de lo que aún no hay pruebas fehacientes, el conflicto escalaría a un marco más amplio. Lina Khatib, directora del instituto Soas de Medio Oriente de la Universidad de Londres ha expresado que «al igual que Hezbollah en el Líbano, Hamás no va por sí sola a la guerra sin el acuerdo previo y explícito de Irán».

Hussein Ibish, investigador del Instituto de los Estados Árabes del Golfo en Washington ha apuntado que «los intereses geopolíticos y la ampliación de los vínculos israelíes con los Estados Árabes del Golfo podría generar una cadena de aliados de Estados Unidos que conecta tres puntos clave del comercio mundial: El canal de Suez, el Estrecho de Ormuz y Bab al-Mandeb, que conecta el mar rojo con el Mar Arábigo, algo que son pésimas noticias para Irán». 

Recordemos que Irán es un régimen aliado de la milicia palestina y, sobre todo, de la Yihad Islámica, a la que arma y financia. El portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Nasser Kanaani, citado por la agencia semioficial de noticias Isna, ha calificado el ataque de la milicia palestina como una demostración de «confianza del pueblo palestino frente a los ocupantes».

El mundo asiste estupefacto al comienzo de una segunda guerra en menos de dos años. Imágenes de ciudades devastadas, de niños desguazados como muñecos rotos acarreados por familiares dolientes. La retórica del poder, la retórica belicista en cada telediario, en todos los medios. 

Los ataques indiscriminados son injustos y el asesinato de civiles constituye una grave violación del Derecho Internacional humanitario. Los bloqueos de alimentos, medicinas y energía a la población civil son una forma de castigo colectivo estrictamente prohibido en Derecho Internacional. 

En medio de toda esta narración de protagonistas y antagonistas que desde lejos se acerca tanto a la ficción, no olvidemos que hay civiles inocentes atrapados en el fuego cruzado, que los seres humanos que habitan los territorios en guerra tienen una voz acallada por los que poseen las armas y se han hecho con el discurso.

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