Llegando de París

Regresamos de París, de un viaje de estudios con un grupo de 3º de ESO organizado por Julia, la tierna profesora de francés del IES Guardo, con quien tengo la fortuna de compartir docencia.

Respecto a lo acontecido, les contaría cosas que ni se imaginan, como su sana manera de celebrar la vida y el triunfo del Madrid. Estos viajerines adolescentes cantando a voz en grito las últimas canciones del verano o las que entonan en su pueblo las charangas festivas. Se dejaron la voz clavada en la noche. El hecho aconteció en un descampado, frente a un alejado hotel de la periferia.

No había muchas opciones, prohibido alborotar en las habitaciones, así que optaron por disponer el sarao en otro sitio, bailando y cantando a voz en grito. Lo suficientemente alejados para no ser amonestados, pero estratégicamente ubicados, como en una suerte de rebeldía festiva, frente al hotel: «¿no nos dejáis gozarla? da igual, tenemos alternativas, somos jóvenes, estamos felices, reposamos entusiasmo…¡aquí tenéis nuestro gozo!». Créanme si les digo que tantos bríos cantores y danzantes, sin una sola gota de alcohol. ¿Saben por qué lo se? Porque yo estaba allí, bailando con ellos.

Hemos paladeado París gracias a los oportunos consejos y pericia de Alberto Guerrero, conductor consejero de Palencia, que conoce París al milímetro. Nos recreamos peinando avenidas y bulevares parisinos, extasiados contemplando la ciudad de la luz desde el Sacre Coeur, y Montmartre, por el bullicio, otrora bohemio y ahora de turisteo curiosón.

En una larga cola, esperando para entrar en la Sainte Chapelle, una distinguida y sonriente mujer rubia inició conversación felicitándonos por la compostura y conversación del grupo. Isabel, que así se llamaba la elegante dama, autodefinida como una ‘maruja feliz’ que ha vivido por todo el mundo; actualmente en Los Ángeles, pero anteriormente en Washigton, Nuevo Méjico, Boston, Berlín. Madrileña de nacimiento. «Leed mucho, es la mejor manera de aprender y disfrutar de la vida». Lección magistral a las puertas del que está considerado uno de los monumentos más hermosos de París por una fémina monumental. ¿Saben que al final de la conversación descubrimos que Isabel está casada con un leonés afamado? Sergio Boixo, ingeniero cuántico, que ha diseñado para Google el mayor hito de la computación cuántica. Otro ilustre cerebro leonés por el mundo.

Les escribo, dichosa, ahora desde el autobús de regreso , rodeada de un montón de peluches, alguno de Disney, pero la mayoría, adorables peluches humanos.