Lo que nos quedaba por ver:
ladrones de cadáveres.
Como en los cuentos de Stevenson
y las pelis fúnebres de Karloff.
Entre lápidas mohosas
y bocetos de la morgue.
A mil euros el fiambre.
España como símbolo
de lo tétrico
y lo zombi.
¿Recibirán estos
la amnistía?
Me pregunto si los clientes,
perezosos,
visitaban tumbas,
o los pedían por internet.