La Navidad es tiempo de magia, la Noche de Reyes es muy chachi... pero la vaca por lo que vale. Por eso a la hora de elegir a los venidos de Oriente en la cabalgata que se organiza en la capital de la provincia se hace un reparto equitativo: a Melchor lo pone la corporación municipal (ya hay quinielas sobre si repetirá el mismo que los dos últimos años, que así luce por una noche pelazo), a Gaspar lo ponen los vecinos de esta ciudad y a Baltasar los inmigrantes. Un reparto muy equitativo en el que, de la que cogen caramelos, los padres se dedicarán a buscar parecidos entre los magos.
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