Incluso en lugares tan desagradables como el juicio a Pedro Muñoz por haber dejado en silla de ruedas se producen situaciones cómicas. Pasó ayer a las puertas de la Audiencia Provincial, por donde caminaba, se puede decir que en el peor momento, un tipo sorprendentemente parecido físicamente al acusado, tan parecido que los fotógrafos empezaron a apuntarle con sus cámaras y las feministas que se manifestaban a la puerta empezaron a increparle, a lo que respondió con tal cara de pócker que unos y otras entendieron pronto que se habían equivocado...
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