Como si de repente
las golondrinas solo
volasen de noche,
los jóvenes confiesan
que no desean vivir.
Lo expresan con los ojos
en las manos,
y las manos en el pecho,
temblorosos de oscuridad.
Y sus padres,
y sus médicos,
y el Estado,
todos nosotros,
les recetamos
calma chicha
y dosis generosas
de lexatin.
Jóvenes pidiendo auxilio
11/06/2022
Actualizado a
11/06/2022
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