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Huída hacia delante

25/06/2020
 Actualizado a 25/06/2020
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En el gran teatro de la política no todo sucede en la zona iluminada del escenario. En Castilla y León continuamos deslumbrados por la relevancia histórica del Pacto por la Recuperación y por un PSOE autonómico dispuesto ahora a avanzar en la reforma sanitaria encallada en la parte de legislatura A.C. (antes del coronavirus). Luis Tudanca ha sido leal y ha pedido lealtad para el sanchismo desbordado. Pero con el final del estado de alarma todos han vuelto a ser los de antes y los secundarios del socialismo regional (por ambición o reparto de papeles) no han tardado en asomarse entre bambalinas.

La verdadera oposición del PSOE al gobierno de coalición no es ni siquiera la vehemencia marcial de Ana Sánchez, son los alcaldes Óscar Puente y José Antonio Diez. El vallisoletano frentista siempre ansioso de disputar los duelos que rechaza Tudanca. El leonés leonesista experto en agravios y empeñado en traicionar el autonomismo útil que pregona Tudanca. Ambos han salido de toriles según desenvolvíamos la ‘nueva normalidad’ que ha construido la Junta. Tenían guardadas con inquina las denuncias de improvisación e inconsistencia desde que Igea se las iba lanzando a Simón, Illa y Sánchez en estos meses de tragedia. Los prebostes del sanchismo rebosado piden coherencia. Valladolid y León, aliados inesperados, se niegan a renunciar a más fiestas. Es pronto para tomar decisiones para aquellos que han excusado la imprevisión perpetua. Porque para este nuevo socialismo nunca hay plan B (como dijo Sánchez del estado de alarma) y siempre es preferible vivir de ilusiones. Maniobras de escapismo que acaben en bancarrota en vez de estructurar alternativas sólidas al abismo económico que supone perder los festejos. «La fantasía son números, ese es el truco», decía el desaparecido Ruiz Zafón. Una huída hacia delante como si ya fuera D.C. (después del coronavirus) en temporada de rebrotes verdes.
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