pedro-j.-abajob.jpg

Hipócritas de trompeta

18/12/2023
 Actualizado a 18/12/2023
Guardar

Las pretensiones que tienen de dejarle sin coche si no está dispuesto a comprar un vehículo de esos que andan a pilas, un electrodoméstico con ruedas que también se denominan vulgarmente, es una de las razones por las que están invirtiendo tanta cantidad de dinero público en las estaciones de autobuses. Detrás está todo el pretexto de la movilidad, la sostenibilidad, el progreso y todas esas cosas que le cuentan y que dan nombres a ministerios, consejerías y direcciones generales para que usted aplauda.

También, claro está, que a lo largo y ancho de esta España nuestra tan variopinta hay estaciones de autobuses que deben de parecer vertederos porque la higiene es escasa y donde va a parar cualquier desecho. En todos los sentidos. Y si le parece exagerado o es como yo, que hace más de veintitantos años que no entro en una estación de autobuses, busque las imágenes que andan por ahí circulando donde las ratas corriendo por los vestíbulos son casi lo menos preocupante de todo lo que se muestra.

Los quince millones para la reforma de la estación de autobuses de la capital leonesa –que no «castellanoleonesa» aunque pretenda parecerlo– no sé si eran necesarios y suficientes o exagerados pero las fotos del antes y del después demuestran que algo había que hacer. Eso sin entrar en detalles sobre el coste de las intervenciones para la rotulación para que cualquiera que entre allí sepa quién es el amo y quién pagó la obra. 

Esta historia me recuerda a las de los que donan algo, poco o mucho, lo que sea, pero tienen la necesidad de poner su nombre o la imagen de marca de la empresa a la que representan en unas dimensiones desproporcionadas. Todo para luego hacerse las fotos, salir en los medios y que por la calle la gente de a pie les estén agradeciendo su donación. 

Son como los que un domingo en misa aportan cincuenta euros a la cestilla después de airear el billete haciendo todos los aspavientos posibles después de haber escuchado lo de «cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres» que les leyeron un cuarto de hora antes.

 

Lo más leído