estefania-muniz-villa.jpg

La Genética del Tiempo

27/09/2023
 Actualizado a 27/09/2023
Guardar

Acabo de terminar la primera novela de Diego del Alcázar ‘La Genética del Tiempo’ (Espasa) y me ha dejado elucubrando cómo sería el futuro de nuestra especie si en los años venideros no fuesen los genes tal como se describe en ‘El Gen Egoísta’ de Richard Dawkins, los que utilizan nuestro cuerpo como vehículo a fin se sobrevivir, sino un gobernante tiránico o una élite poderosa, quienes a través de la eugenesia instrumentalizasen a los seres humanos como meros hospedadores de su ideología.

La lectura de esta novela abarca varias generaciones de una familia y pivota alrededor de la edición genética, una técnica que ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años y que utiliza técnicas con las que se puede modificar la secuencia del ADN para corregir mutaciones, eliminar secuencias patógenas, activar o desactivar genes.

Algunos de los personajes, relacionados con la industria farmacéutica y la investigación científica, están basados en personas reales, a las que el propio autor nos remite. Entre ellas, el personaje de Anne Cate, inspirado en Jennifer Doudna que, junto a Emmanuelle Charpentier, desarrollaron del ‘CRISPR/Cas9’, una técnica que posibilita editar el ADN permitiendo crear organismos nuevos, incluyendo al ‘Homo sapiens’. Ambas fueron reconocidas con el Premio Príncipe de Asturias y con el Premio Nobel por esta técnica que ofrece la esperanza de evitar enfermedades hasta ahora imposibles de abordar. No obstante, como todo avance, lleva implícito el peligro de un uso indiscriminado, si no malintencionado, en el que las mejoras podrían ser más genéticas que terapéuticas, obviando la idea de justicia distributiva o el deseo de reducir las enfermedades y discapacidades que producen desigualdades en las sociedades. Asimismo, habrá que preguntarse quién dictará lo que es mejor para todos. Francis Fukuyama y Loris Andrews, entre otros bioéticos, han propuesto que se tipifique la modificación genética heredable en humanos como ‘un crimen contra la humanidad’ equiparable a la tortura y el genocidio. El debate está sobre la mesa. 

Pongamos el acontecimiento real con el que arranca ‘La Genética del Tiempo’: En 2018, el científico chino He Jiankui declaró en Hong Kong, que había modificado la información genética de dos embriones humanos sanos mediante ‘CRISPR/cas9’. El libro comienza precisamente con el nacimiento de estas gemelas genéticamente modificadas, algo que el científico llevó a cabo contra las convenciones internacionales y que se enlaza con la trama de ficción y que el autor teje con datos de la realidad, aterrizando cuestiones de bioética sin que por ello la obra se convierta en caballo de Troya de ideas panfletarias. 

Buen libro y buen título ‘La Genética del Tiempo’. Me pregunto qué haremos con los genes de nuestro tiempo, ya que con el panorama actual quizá precisemos menos inversión en innovación y que nos inoculen una pócima que actúe de puente mental (e incluso fisiológico) entre todos y la naturaleza, para adrizar el barco y no hundirnos cada uno por nuestro lado y todos con todo el equipo. 

Lo más leído