Galicia querida,
no sé si vota,
carros gimen enloquecidos,
reses de astas sublimes,
vino áspero y añil,
la Santa Compaña
y Siniestro Total,
patatas dulces y humeantes,
perfume glorioso
del lacón con grelos,
tréboles al pie de los cruceiros,
niebla de maíz,
clamor de mirlos en los bosques,
y mi padre,
mi padre llevándome a los pombos,
bajo la insolencia del toxo
y la rectitud del carballo.