Europa y Grecia

García Tejerina, ministra de Agricultura, dijo el otro día que las urnas eran muy peligrosas. Este comentario lo hacía en alusión al referéndum griego. Resulta singular el sentido democrático que tienen algunos de nuestros políticos. Solo les gusta la democracia cuando la mayoría vota los ideales que ellos defienden.

En menos de siete años, Grecia ha pasado de una deuda de 264.000 millones (109% del PIB) y un desempleo del 8,6%; a un endeudamiento de: 320.000 millones (180% PIB) y una tasa de paro del: 25,6%. Los salarios han sido recortados en más de un 40%, la mitad de la población joven no tiene trabajo, un 30% de los griegos está situado por debajo del umbral de la pobreza, tres millones de ciudadanos carecen de acceso a la sanidad pública, los desempleados durante más de un año no tienen derecho a subsidios, la pobreza infantil supera el 30% y unos dos millones y medio de personas tienen ingresos anuales inferiores a 5.023 euros.

Según Paulo Nogueira, director ejecutivo del FMI: «El programa de asistencia firmado en 2010 se presentó como un rescate para Grecia, cuando, en realidad, era más un plan de rescate de los acreedores privados en el país, y los bancos franceses y alemanes».

Quizás estos datos nos ayuden a entender porqué ganó el NO por más de 22 puntos de diferencia. Un lustro de constantes recortes no ha hecho más que llevar al país a un lugar donde apenas existe la esperanza.

Ahora bien, no se llegó hasta aquí únicamente debido a las restrictivas políticas europeas. Todos los especialistas señalan que el sistema de impuestos es poco equitativo y apenas tiene rigor. Además de que la corrupción y el fraude están instalados en toda la sociedad griega. Ahí va un ejemplo ilustrativo: en 2010 solo estaban registradas 324 piscinas en las zonas más exclusivas de Atenas, algo que hizo sospechar al gobierno que, utilizando Google Maps, pudo encontrar cerca de 17.000. Quizás hubieran localizado más si los dueños no hubieran recurrido a carpas de camuflaje.

Desde el 2002, Grecia, con la ayuda de Goldman Sachs, disfrazó el déficit fiscal. En una ocasión todos los gastos militares fueron sacados de balance y en otro los miles de millones de euros de la deuda hospitalaria. ¿La UE no era consciente de lo que pasaba? Europa es solo una unión monetaria. Entre otros asuntos, urge una unidad política y fiscal, determinar el papel del BCE; así como la relación entre la UE y la soberanía de los estados nacionales. Si no, Europa será el problema y no la solución.