Tasa de inactividad

Repetir una y otra vez la misma idea te convierte como periodista en aburrido y como persona en cansino. El problema llega cuando el problema sigue ahí, como si nada pasara, como si nadie lo viera, como si a nadie le importara, y es necesario seguir insistiendo pese que a muchos puedan acusarte de un exceso de pesimismo o de resultan insoportablemente previsible.  Lo cierto es que ayer, en estas líneas, se advertía de las graves consecuencias del envejecimiento de la población leonesa y hoy tenemos que volver a insistir en la idea porque la actualización de la Encuesta de Población Activa, sin llegar a caer en el temido «ya lo dije yo», no viene más que a demostrar que León se desangra en todos los sentidos, que el aumento de la esperanza de vida y el hundimiento de los nacimientos han hecho que se agrave la diferencia entre el número de mayores de 65 años y los menores de 16, lo que se traduce en que la provincia ha vuelto a perder otros 10.200 ocupados y ya se encuentra en uno de los peores lugares de España en cuanto a tasa de actividad.