Y si el carbón vuelve

Coyunturalmente no se extrae ya carbón en las cuencas bercianas, dice el presidente de la Asociación de municipios muy mineros de Castilla y León, pero cree que no está muerto. Es más, como explotación a cielo abierto podría recuperarse. Para eso es necesario que sea rentable, como lo es en Alemania, donde tienen derechos de emisiones para regalar. Por eso hace equipo con Polonia y puede mantener esa estructura energética que aquí ha caído como las chimeneas de Compostilla, a golpe de pólvora. Se ha perdido una industria y se ha ganado… una lucha, la de intentar rehacerse. Los enclaves mineros de primera fila llevan haciéndolo desde los años 90 a golpe de planes con millones que a veces llegaban, otras no, y que, en cualquier caso, no fueron mágicos. Eran los Fondos Míner. Hoy llegan los de Transición, millonarios también, con mayores controles y menos postulantes, tal vez. Y llegan para lo mismo, recuperar el motor económico de los que sepultaron el carbón latente hasta nuevo aviso. Es dinero, pero también esperanza, sobre todo para crear empleo que mantenga vivos a los pueblos que cedieron sus entrañas al progreso y ahora cosen la tierra sin saber si la costura sirve para otro traje.