No es lo más grave, pero...

Esta vez es la escasez de las raciones de los comedores escolares o que no se ajusten a las necesidades alimentarias de los alumnos en función de su edad o su complexión física, pero no podemos olvidar en historial de Serunión con gusanos e incluso tuerca

11/02/2024
 Actualizado a 11/02/2024

No es lo más grave que hemos oído en los últimos años sobre la empresa que gestiona los comedores escolares de la provincia de León, pero no por ello deja de ser alarmante la denuncia que hace una madre y que ratifica y amplifica la Federación de Ampas de León (Felampa). Muchos niños se quedan con hambre y otros no acaban su comida porque las raciones son iguales con independencia de su edad o su complexión física. No es lo más grave, pero afecta a lo que debería ser lo más sagrado: la comida de nuestros escolares. Y podría ser una cuestión que se resolviese con dinero o mejor organización si no fuese por la retahíla de polémicas que encadena Serunión y las insignificantes sanciones con las que se han saldado por parte de la Junta de Castilla y León si tenemos en cuenta el importe del contrato y los ingresos netos que reciben por el mismo. Hoy es la escasez de las raciones o el hecho de que no se ajusten a las necesidades de cada alumno, pero no hace mucho que aparecieron gusanos en la sopa del personal médico del Hospital de León, cuyas cafeterías gestión la misma empresa. ¿Cuántas polémicas son necesarias para que el sentido común llegue a este asunto? ¿Cuántos purés ácidos? ¿Cuántos gusanos? ¿Cuántas tuercas? ¿Cuántos kilómetros tiene que recorrer la comida de los más pequeños? La falta de reacción de la administración autonómica en este sentido facilita que sean cada vez más los escépticos hacia los cargos públicos, pues resulta muy difícil de entender que no sean empresas locales las que se encarguen de abastecer los comedores escolares, lo que servirían en primer lugar para generar riqueza allí donde se encuentran los colegios, crear empleo, fijar población... y desde luego mejorar la calidad y la cantidad.

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