Fumar y cáncer, el eterno problema

El tabaco es uno de esos debates en los que parece imposible ponerse de acuerdo como si de los grandes partidos se tratara y estuvieran en medio los jueces. Nadie, ni los fumadores, puede negar la importante relación existente entre el vicio de fumar y el cáncer de pulmón. Los más viscerales recuerdan que también se puede pillar el cáncer de pulmón sin fumar o que hay fumadores muy longevos. Sin embargo, cuando se juegan más ‘papeletas’ las posibilidades aumentan. Todos los años cuando llegan las estadísticas es cuando el debate se intensifica y se ponen sobre la mesa múltiples opciones. En León la tasa de mortalidad y de incidencia del cáncer de pulmón ha aumentado y aún así no se ve que baje mucho el número de fumadores. Los espacios sin humo son una de esas soluciones que se suelen poner sobre la mesa cuando los números ‘asustan’. El debate sigue sobre la mesa sobre su ampliación o no (siempre dependiendo el bando de si se es fumador o no), sobre la libertad de los fumadores o la defensa de los no fumadores (tanto de los que nunca lo han hecho como de esos que lo dejan y vuelven como el Guadiana). En este punto y viendo que entre los jóvenes no parece que baje excesivamente la cantidad de adicciones que se inician, los dos bandos deberían unirse y reconocer que se debe intentar ampliar esos espacios (ahora se hablará de que estas líneas parecen hechas por un no fumador). Otra opción sería la económica, pero esa ya es otra batalla...