Escuchar al vecino

Una de las claves de la gestión pública, sobre todo en el caso de la municipal, está en el entendimiento con los vecinos, en un gobierno más o menos participativo que permita al contribuyente, al vecino, darse cuenta de que su ayuntamiento le quiere solo pagar impuestos, pero no decisiones. Pese al fiasco de las presupuestos participativos, que se convirtieron en muchas instituciones simplemente en otra cortina de humo o en una oportunidad para que le concejal de turno hiciera una campaña electoral encubierta, la participación ciudadana sigue siendo muy importante. Es el caso de la nueva ordenanza de terrazas, que se espera desde que finalizó la pandemia con mucho interés por todas las partes. Para que la participación sea real, tiene que haber disposición por parte del ayuntamiento y también por parte de las asociaciones vecinales, alguna de las cuales, como es el caso de León Típico, tiene poderosos argumentos en sus reivindicaciones, aunque quizá se pone a la defensiva antes de tiempo (ese rasgo tan leonés) y debe respetar los tiempos de la política y de la gestión municipal.