En soledad o en solitario

El estilo de vida actual también provoca que las estadísticas del INE deban empezar a evolucionar. La sociedad genera que muchas personas hayan tomado la decisión de no compartir la vivienda, (y la vida) con nadie. Pero también genera otras personas que se ven obligadas a hacerlo porque hayan perdido a la persona con la que lo compartían o simplemente no hayan podido encontrala pese a ser su deseo. Por este motivo los números que hoy pública este periódico del Instituto Nacional de Estadística, en el que se indica que hasta 73.000 hogares leoneses se encuentran en esa condición, no son válidas para poder afrontar el problema que sufren los del segundo grupo, para que el se reciben más bien pocas ayudas y que sí se debería tener muy en cuenta. Luchar contra esa soledad que provoca depresiones debería ser un trabajo de muchos estamentos al descubrirse que cada vez es mayor ese número. De igual forma catalogar a las personas del primero de los grupos como que viven en soledad también resulta contraproducente con la decisión de libertad que han tomado al poderse considerar que lo que quieren es vivir en solitario. Esta situación, que hace muchos años llevaba includo un estigma social y que siempre estaba acompañado de aque lla frase que decía: «qué pena, vive solo», hoy en día al menos ya no está mal visto. Por este motivo los fríos números también deben empezar a diferenciar a unos de otros al ser casos muy distintos.