Clamor

Da vértigo mirar hacia atrás y comprobar lo que ha cambiado la sociedad en la última década. Da vértigo, sobre todo, cuando se hace balance y se comprueba la cantidad de valores que se tardaron años en conquistar y que se están perdiendo de forma excesivamente fugaz. Pero también da esperanza comprobar los cambios, intensos y también rápidos, como todo hoy, que nuestra sociedad ha experimentado en cuestiones como la igualdad, que ayer volvió a salir a la calle para clamar porque sea real y permanente, en todos los ámbitos, en todos los lugares, en todos los sectores... Parece que ha pasado ya mucho tiempo desde que la revolución feminista tomó la calles de todo el mundo, pero no hace tanto. Los derechos se conquistan así, aunque ahora ya se salga a la calle por inercia y aunque el feminismo esté tristemente dividido. En cualquier caso, esa no es la noticia de hoy, sino las miles y miles de personas, no sólo mujeres, que salieron a las calles, a las puertas de sus lugares de trabajo o que participaron en alguno de los miles de actos convocado con motivo del 8-M para recordar que, en igualdad, se ha avanzado mucho pero queda mucho por hacer.