Caos administrativo

Es cierto que algunas demandas de los agricultores se caen por su propio peso, como es el caso de que tener que hacer menos papeleo para cobrar las subvenciones: en el mundo en que vivimos, aunque no lo crean, no son el único sector que tiene que perder tiempo o contratar una gestoría con trámites que no tienen sentido. Se trata de un problema global, no único de los profesionales del campo. En cualquier caso, la que ha dado el ministro Luis Planas no parece la mejor respuesta, y es que pretende que sean las comunidades autónomas las que asuman la simplificación de esos trámites. El pago de la subvención europea se tramite, casi íntegramente, a través de las instituciones autonómicas, pero mal haríamos si, mientras los agricultores piden menos trámites, la respuesta que se les da por parte de la administración es pasarse la pelota del ente nacional al regional (aquí autonómico) porque es exactamente lo contrario de lo que ellos quieren, no tener que tratar con diferentes administraciones para un mismo fin. Además, quizá lo más preocupante de todo sea que, de este modo, se corre el grave riesgo de politizar (es decir, cronificar) este problema.