Con toda la intención del mundo, y con todo el acierto, las protestas del sector del campo que evidenciaron las urgencias y necesidades de los profesionales dedicados a la agricultura y la ganadería se proyectaron a pocos meses de que se celebren las elecciones europeas. Es preciso recordar que la Política Agraria Común, que empezó capitalizando las protestas aunque luego se sumaron otras muchas más pues son numerosas las injusticias que sufre el sector, copa más de la mitad del presupuesto de la Unión Europea, por lo que estamos tratando un asunto de vital importancia para la economía del continente. Su reforma ha llegado en tiempo exprés, sobre todo si se tiene en cuenta lo que tardan las tramitaciones en Bruselas o Estrasburgo, pero habrá que ver si da los resultados esperados, que son necesarios y urgentes, y no es simplemente una forma de callar a los agricultores y ganaderos de toda Europa antes de pasar por las urnas. Del éxito de esa reforma, que tiene que mantener las condiciones medioambientales pero desde un punto de vista mucho más lógico, depende el futuro de buena parte de la provincia leonesa.
El campo en su laberinto
Las reivindicaciones de las últimas protestas, certeramente programas en vísperas de las elecciones europeas, han dado resultado a corto plazo
15/05/2024
Actualizado a
15/05/2024
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