Balance de Marín

Han sido ocho largo años los que ha estado al frente de la Universidad de León Francisco Marín como rector y se puede decir que el balance tiene que ser necesariamente positivo. La mejor prueba de ello es que, en la campaña que ya ha comenzado aunque no lo parezcan por la cantidad de fiestas que se le cuelan por el medio (además de hoy le afectará la del Primero de Mayo), ninguno de los aspirantes intentar ganar apoyos criticando lo que ha hecho el actual equipo de gobierno. Esa es, precisamente, una de las claves del éxito de Marín como rector: su equipo. Implicación al máximo por parte de los diez vicerrectores que ha tenido, ganas de cambiar las cosas y, sobre todo, ganas de trabajar por la universidad de León. Han luchado contra todo tipo de adversidades, las que se podían esperar y las que no (como fue el caso de la pandemia con la que se estrenaron en el segundo mandato) y han conseguido que la universidad leonesa mejore en todos los aspectos, desde el fomento de la investigación hasta la renovación del profesorado, pasando por la mejora de infraestructuras, las apuestas de futuro y el punto de inflexión que supuso que dos de sus alumnos miren ahora al espacio.