Correr la tortilla

Con el paso del tiempo se han perdido numerosas tradiciones culturales y festivas en la zona sur de León y en el mundo rural en general. Ayer domingo correspondía en Valencia de Don Juan la formación de numerosos grupos de jóvenes y niños que se reunían para correr la torrilla en el hoy desaparecido Soto municipal, junto a las orillas del Esla si la climatología acompañaba o en las numerosas bodegas donde se elaboraban artesanalmente los tradicionales claretes prieto picudo. En la tarde del domingo de Lázaro abundaban hace años los grupos de jóvenes que se desplazaban a la verde explanada portando sus correspondientes tortillas, chorizo casero y buen queso con hogaza de horno como acompañamiento, todo ello regado con buenos caldos. La degustación de estos manjares era seguida del inevitable juego de las prendas porque esta diversión justificaba que mozos y mozas se dieran besos y abrazos que a la vuelta a casa podían repetirse entre las enramadas del Soto ya casi en penumbra. Los jóvenes preparaban cada año merienda en exceso porque esto propiciaba al día siguiente, conocido entonces como lunes tortillero, la organización de un guateque-merienda en alguna bodega en el que se daba buena cuenta de las pitanzas y se bailaban a la luz de las velas canciones modernas que ofrecían los pequeños tocadiscos de plástico a pilas. Esta tradición ha desaparecido casi por completo en Valencia de Don Juan y ayer escasos grupos de niños merendaron la inevitable tortilla en el polideportivo municipal. Lo más destacado en relación con la conservación del domingo tortillero fueron los actos organizados por la Asociación Casino Coyanza con potente almuerzo, lechazo incluido, en un restaurante y la merienda especial llevada a cabo en los salones de la referida Asociación y en la que la tradicional tortilla fue protagonista para disfrute de más de medio centenar de participantes que, décadas atrás, mantenían la tradicional y popular merienda-fiesta al aire libre en el amplio Soto, hoy ocupado por el polideportivo municipal. No es tarde para recuperar de una forma más o menos oficial la celebración de esta fecha singular que este año ha llegado muy temprana por aquello de que guarda estrecha relación con la llegada de la Pascua.