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Conspiran calderas

11/12/2022
 Actualizado a 11/12/2022
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Tengo entendido que se está cocinando una buena. Sí, sí, justo ahora que han llegado las heladotas, las guapas, las que te dejan la cara rigidita, te retuercen la cuarta cervical todo lo que da y te preparan los apéndices listos para el tajo.

Con los fríos habrían llegado tradicionalmente también los minutos de oro de las calefacciones centrales, esos monstruos poderosos, las calderas en su submundo sotanil, enormes, hambrientas, derrochonas, expulsando manojos enteros de tubos salientes con sus llaves rojas abiertas (puestas en paralelo, cerradas sería en perpendicular, jóvenes universitarios), sudorosas, avaras, glotonas, consumidoras insaciables de combustible las calderas calefactoras del inframundo del que solo R3 e Idealista, me temo, saben dónde llegan sus tentáculos en pasadizos de comunidades pudientes de los años sesenta, setenta y ochenta que en su momento consideraron que el calor debía ser infinito, lo que importaba era tener la casa a treinta grados y si había que abrir de par en par las ventanas pues se abrían, justo por encima de los radiadores abrasadores.

Pero este año se lo están haciendo pasar jodido a todas, o a muchas de esas calderonas, puestas a régimen como están, con las restricciones energéticas, con los medidores individuales de calorías instalados en cada radiador de cada vivienda obligatorios dentro de nada. Y eso no puede ser, se les están hinchando los manguitos a las calefaccionacas, oigo por ahí.

Se ha filtrado a los medios que no van a aceptar así como así el nuevo status quo las submundas que quedan (ninguna de carbón ya funcionando, quizá solo para coleccionistas, como Compostilla). Y esas quemadoras no hacen prisioneros, ya se sabe. Están ahí intrigando, sin moverse del sitio, rugiendo como ruge un león o un bebé saturado de mocos. Porque están viendo avecinarse su ocaso ahora que han escuchado lo del circuito subterráneo de hidrotermia alimentada con quemas de biomasa, bioetanol y placas solares desde Puente Castro para calentar medio León. Y van a pelear por ese submundo que ven como patrimonio suyo las muy torpedas.

Tanto se habla de ello y de la conspiración con onda expansiva en ciernes que me creo que puedan morir matando, malas perdedoras, horribles encajadoras, acaparadoras, consentidas tanto tiempo. Mucho cuidado hemos de tener que pueden hacernos volar por los aires de una sincronizada explosionaza el mismísimo día de la Cabalgaza.

¡BUUUUUM!
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