04/03/2023
 Actualizado a 04/03/2023
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Ya que estamos en la intimidad usted y yo, voy a contarle al oído un secreto. No se lo cuente a nadie, son recuerdos que escuecen un poco.

Yo fui una niña obesa, de esas que llaman un poco la atención. Lo mismo ya se lo he escrito antes. Hay temas que son como una suerte de lugares comunes a los que el subconsciente acude, a la búsqueda de una comprensión de lo que acontece en el día a día. «Es guapina, lástima que esté así tan gordita». No sé si lo escuchaba o lo imaginaba. Momentos en los que deseas diluirte en la nada para no ocupar espacio. Incluso, había una profesora cuyo rostro, el paso del tiempo no ha conseguido desdibujar de mi memoria, de Física y Química, que me sacaba al encerado para preguntarme las fórmulas. Reproduzco aquellas palabras inolvidables: «Vas a sudar la gota, de esta adelgazas». No merece la pena traer a la palestra el nombre de aquella infeliz docente. Ya murió. Que Dios la tenga en su gloria. Ojalá se hubiera aplicado aquella frase de Churchill: «A menudo me he tenido que comer mis palabras y he descubierto que eran una dieta equilibrada».

Y de dietas procede hablar, asumiendo el peligro de aguarle a usted el desayuno con croissant, comida, cena o cualquiera de los momentos de dulzura gastronómica en los que se halle entregado en este momento. Pero es que precisamente hoy la Federación Mundial de la Obesidad ha declarado Día Mundial contra la Obesidad, una enfermedad a la que la OMS mira con preocupación al haber constatado que ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial y cuya única prevención estriba en llevar una dieta alimenticia más saludable dejando de apostar por la comida rápida y las grasas saturadas e hidrogenadas.

Pero al margen de necesarios replanteamientos nutricionales, es el ejercicio rutinario el que también facilita el drenaje de los lípidos sobrantes.

Ya siento yo amargarle este momento de deleite paladariego con estas embajadas pero los datos imponen su temible dictado. Los expertos atribuyen el aumento de la enfermedad a los hábitos alimenticios y al creciente bombardeo publicitario de las franquicias de comida rápida, así como a la vida sedentaria en las grandes urbes como las de Estados Unidos con un 13 % de niños obesos. Sorprenden también datos como el del país egipcio con un 35 % de adultos obesos. En España la enfermedad ronda el 13,9 % siendo más común en los varones, con un 15,6 % frente a un 13 % en el caso de las mujeres.

Embarcado pues, le dejo en esa lucha contra la acumulación indiscriminada de grasa. Será cuestión de perderse caminando plácidamente por zonas reposadas, ahora que se acerca el buen tiempo. O irse de confidencias con algún amigo. Por cierto, recuerde que al principio le hice una.

Estos pertinaces recuerdos que nos adelgazan el ánimo...
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