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La ciudad es tuya, peatón, pero…

03/11/2023
 Actualizado a 03/11/2023
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Bueno, tanto como eso no, pero un trocito, vaya que sÍ. Y con el tiempo, tal y como se nos pone la cosa, puede que toda. Algún día.

Ya cuando se peatonalizó Ordoño II, de esa manera, entre improvisada y precipitada, manifesté mi opinión de que, siendo las peatonalizaciones algo deseable para el ciudadano, porque recupera su uso normal y mejora la vida comercial, en urbes como las actuales, diseñadas para el coche, nos guste o no, esas actuaciones no puede hacerse sin un buen estudio previo de circulación, pues, siendo como es ese coche el rey de las calles, parecía no haberse llevado a cabo con suficiente profundidad. Al menos esa fue la impresión personal, una vez traté de informarme.

Eso fue casi antes de ayer.

Hoy, a la ‘devolución’ al peatón de la calle Ordoño II y las antiguas transversales cercanas a Guzmán, se completa y aísla del tráfico rodado en todo el área central de la ciudad con San Agustín, Gil y Carrasco y Alfonso V, ya que estas dos últimas se han incorporado en el último momento a totalmente peatonales y no de uso mixto como inicialmente se proyectaban, algo lógico si se quiere ser coherente con el funcionamiento ‘a pie’ de un zona completa: no tenía sentido dar ese tratamiento a un espacio tan amplio, con una calle de por medio por la hay una circulación continuada de vehículos, aunque sea a baja velocidad. La calle para el que se la trabaja.

Visto así, ‘desde el aire’, una buena parte del centro se ha ganado para el peatón, o quizás perdido para el coche, rey de la urbe, con la enorme contradicción de que prácticamente la totalidad de los primeros son propietarios o usuarios en su caso, de lo segundo. 

Claro que, por el camino que vamos, en este mundo globalizado, está resultando que ‘coche’ es ‘kaka’. Bueno, una ‘kaka’ que, además de perseguida, al menos en lo que se refiere al motor de combustión, encima es cara, muy cara. Por ejemplo, un coche de tipo medio ha subido de precio, en los últimos veinte años, una media del 60%, y si es de alta gama, un  100%. 

Quizás sea por esto que nos están convenciendo que mejor es ir a pie a todas partes, o en transporte público, pues resulta que, consultadas las fuentes que saben, contrariamente a lo que parecía iba a suceder (un tráfico más complicado) la peatonalización llevada a cabo hasta ahora, no ha supuesto un empeoramiento del mismo. Claro que, tampoco una mejora.

Con esto estamos asistiendo a una transformación del vivir en las ciudades, que seguramente terminará con una modificación del diseño de las mismas. Aunque eso será a más largo plazo.

Todo lo que supone la directiva europea de baja emisiones, que obliga a reestructurar el tráfico rodado para su cumplimiento, ha llegado a los ciudadanos. O así, porque muy pocas ciudades (sólo las grandes) la han aplicado cerrando perímetros de circulación, pues la mayoría se las apañado para, de una u otra manera, dar soluciones se supone que equivalentes no llevarlo a rajatabla.

No conozco todas las ciudades de España (son demasiadas las que pasan de 50 000 habitantes, que es límite de aplicación), pero sí unas cuantas, por aquí cerca, y también más lejos, y en ellas un coche sin etiqueta puede circular sin mayores problemas. Hoy por hoy, claro.

Aquí se ha seguido el criterio de restringir el tráfico en zonas, tal y como se ha comentado en párrafos anteriores, o al menos sosegarlo, aplicando un acabado de calles que evita la circulación rápida y el aparcamiento descontrolado, sobre todo en viales de mucho tráfico con una única dirección pero carril doble, lo que hacía de ellas un caos circulatorio.

Supongo que por ello, por lo de mejorar  la sostenibilidad, se han aplicado fondos europeos, de los que se han denominado ‘next generation’. Millones de euros convertidos en acera y calzada única con dinero de Europa. 

Sí, pero. Mucho me temo que esos fondos, destinados a revitalizar la economía de la Comunidad Europea, en muchos casos se han convertido en un gigantesco ‘Plan E’, aquél que el gobierno de Zapatero ideó, que tanto nos costó y que se convirtió, cuando no se dilapidó, en farolas, tenderetes, marquesinas y similares, cuando no se evaporó en lugares desconocidos.

Quizás, y aun cuando la imagen de la ciudad está cambiando para bien, más de un industrial, empresario o emprendedor, que no ha recibido respuesta a su propuesta de aplicación de esos fondos, o que ni tan siquiera ha tenido acceso a ellos, no estará excesivamente contento, él, que vió esa decisión del Banco Central Europeo como una tabla de salvación o por lo menos de mejora de su futuro (y de todos sus puestos de trabajo). O eso es lo que le dijeron.

Desde luego no llueve a gusto de todos, pero creo que esta provincia, tal y por el camino que va, necesita algo más que calles peatonales y tráfico sosegado, aunque esto sea de agradecer.
Y, además, me gustaría que alguien facilitara una lista de fondos europeos aplicados, en esta provincia, a creación de empresas, mejoras de las mismas y puestos de trabajo, para salir de dudas.

 

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