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Cecilia ‘cantabat’

26/11/2022
 Actualizado a 26/11/2022
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El pasado martes 22 de noviembre celebramos el Día del Músico, una jornada especial para todos aquellos que amamos el sonido. Es muy probable que muchos intérpretes, compositores y melómanos disfrutasen de una cena en honor a Santa Cecilia, la mártir cristiana patrona de este gremio. Debo reconocer que yo elegí celebrarlo tocando, pues para mí la música es vocación, disfrute absoluto, admiración rendida. Por ello no concibo mayor deleite que celebrarla escuchando e interpretando.

Cada año que vivo esta onomástica reflexiono sobre el momento que la música atraviesa como arte y la situación y concepción actual del músico. En España nada ha cambiado, podría decirse que, como la despoblación, es algo que empeora por momentos. Y aunque los gobiernos no ayudan ni en concienciación, ni en medios, no solo ellos tienen la culpa de su devaluación. Lo peor de todo, es que son algunos músicos, los docentes, quienes más están desprestigiando la Música como asignatura. Esto es así en la ESO, en BACHILLERATO y en las materias teóricas que ofrecen distintos centros especializados y profesionales. Hierve la sangre, pero es así. No hay ‘María’ más insignificante que la Música. En general, muchos profesores que imparten esta materia en Secundaria se dedican a poner películas, no hay exámenes ni controles, algún trabajo esporádico sobre el pop y el rock. En otros centros de enseñanzas artísticas el profesor es solo alguien que pasa por el aula si hablamos de Historia de la Música, porque los conocimientos se transmiten a través de vídeos de canales de Youtube, así que es Jaime Altozano quien de verdad enseña, no el titular de la nómina. Me pregunto si estos maestros habrán visto alguna vez ‘El club de los poetas muertos’. Deberían. Nada como un profesor carismático para hacerte sentir interés por Mozart, Beethoven, Clara Schumann, la Tonalidad, los intervalos. La Música, sin pasión, no es música.
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