De ti espero la rebelión,
el relámpago,
la luz temblorosa de luna
y batalla.
Que nos seduzcas con briznas
de verdad,
que venzas la opresión
con palabras de fuego.
Que no consientas
la humillación,
que de tu garganta salgan
torbellinos de luz,
júbilo furioso de voluntad.
Y anhelo que ames sin desfallecer,
y que la sordidez del miedo
no malogre, nunca,
tu sed de libertad.