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El Bierzo, capital Palermo

11/08/2023
 Actualizado a 11/08/2023
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Creo que no exagero y estarán de acuerdo conmigo con que una de las zonas más bonitas de España es El Bierzo. Su belleza no responde únicamente a los espectaculares paisajes de Los Ancares, la majestuosidad de Las Médulas, la magia del Valle del Silencio, el misterio del Valle de Compludo, el paraíso de Primout, sus ríos y cascadas… También El Bierzo es bello en tradiciones, en gastronomía, en cultura y en la forma de ser de los bercianos, serios, pero tremendamente hospitalarios.

Sin embargo, como es normal, no todo en El Bierzo es belleza. Décadas de caciquismos de algunos que se creen con derecho a guardarse para sí mismos la titularidad de todos los recursos que hicieron y hacen de la comarca una fuente de riqueza y oportunidades inagotable, desde las minas hasta el sector hortofrutícola, pasando por la electricidad, el vino, el turismo… han cronificado vicios y comportamientos más propios de otras épocas y otras zonas famosas por sus ‘costumbres’ como la isla italiana de Sicilia. Como les he dicho en otras ocasiones, la política es un reflejo de la sociedad y estas conductas poco ejemplares a las que me refiero, también están teniendo su demostración con la interminable elección de diputados provinciales para conformar, de una vez por todas, la institución provincial.

Aunque en el PSOE la elección de diputados por El Bierzo merecería un análisis en profundidad tanto por los nombres de los elegidos, como por las formas para hacerlo, ya que han puesto de manifiesto que la democracia interna brilla por su ausencia y que su firme apuesta es la de pretender volver a tirar a la basura otros 4 años y volver a reírse de los leoneses con mentiras, en esta ocasión me voy a centrar en la elección de los diputados del Partido Popular, que es lo que me toca más de cerca.

Tras un primer momento de duda, el Partido Popular acertó en facilitar la democracia interna y que fuesen los concejales de cada comarca los que decidiesen quiénes querían que fuesen sus representantes, sin embargo, esta libertad de elección se encuentra en ocasiones con no pocas trabas, ya que lustros de las mismas personas ocupando los mismos sillones, hacen que la maquinaria democrática esté agarrotada y cueste ponerla a funcionar.

En este sentido, llama poderosamente la atención la cantidad de concejales de El Bierzo que en privado dicen que van a votar una candidatura pero que, por temor a posibles represalias (quiero pensar que infundadas), no tienen más remedio que avalar a la otra. Sin duda no es lo ideal, pero por fortuna, el voto secreto pondrá de manifiesto la realidad de la voluntad mayoritaria.

Es momento de esperanza, de cambio, de renovación, de la generosidad del que sabe que su ciclo ha terminado, de dar la espalda al miedo, de dejar los estériles lamentos de barra de bar para manifestar mediante el voto esas ganas de hacer las cosas de otro modo, de cambiar ese color rojo que elección tras elección ‘mancha’ el mapa azul de la provincia. 
Momento de mirar por El Bierzo, momento de mirar por León.

 

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