Imagen Juan María García Campal

De arcoíris y salmones

25/10/2023
 Actualizado a 25/10/2023
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Escribo hoy como que fuera el primer texto ciertamente otoñal que enfrento este año. No lo niegan las grisuras del cielo y calle que observo. Y si a las anteriores grisuras sumo la negrura de las noticias que de inhumanas guerras y otras ¿humanas? realidades bombardean radio y periódicos, me tienta emprender veloz huida o retirada hacia la piltra. Mas, como sé que, en ella, de no dormir, se presentarán los más inconvenientes fantasmas, por no contagiarme de grisura hasta el abatimiento, me fuerzo a buscar soles que entibien el frío que, desde los exteriores real y virtual, me invaden hasta el tuétano del alma.

Pero busco y veo, una vez más, cómo, parafraseando al poeta ruso Yevgeny Yevtushenko, la vida por negra que a días se ponga, no deja de ser un arcoíris y, por puro azar, desde más allá de los montes asturleoneses, incluso me atrevería a decir desde más allá de la vida, me llegan, de la mano de la ‘Bruxina’ de mi editora, Nieves Penela, las reflexiones que Nuccio Ordine, muerto el pasado junio, había comenzado a escribir para leerlas al recibir el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2023. Y en ellas hallo la esperanza que es su sabio pensamiento y obra. Qué sería de mí sin su obra manifiesto ‘La utilidad de lo inútil’ de la que ecos, aromas y sabores, ¡aires limpios! se degustan en estas póstumas reflexiones que son esperanzadora brújula y alivio en la frecuente duda sobre los propios yerros.

Cómo no sentirse uno entibiado cuando a tal maestro lee, casi escucha, que «en una sociedad en la que se les dice a nuestros jóvenes que deben estudiar para aprender un oficio y ganar dinero… que sólo el dinero garantiza la dignidad humana, la función de una enseñanza auténtica (la pública) adquiere un papel aún más esencial». Cómo no sentirse confortado cuando a tal pensador uno lee, casi escucha, que «…en las escuelas y universidades necesitamos a profesores-salmón que, navegando a contracorriente, conviertan las aulas en laboratorios donde se critiquen los falsos valores dominantes en nuestra sociedad»; que «la escuela y la universidad… se crearon sobre todo para combatir el pensamiento único y desarrollar el pensamiento crítico». Cómo leyéndole, casi escuchándole, que «las escuelas y las universidades deberían formar a ciudadanos heréticos, capaces de pensar por sí mismos…», no desear navegar a contracorriente y un mayor número de ciudadanos-salmón.

Sí, la vida es un prodigioso arcoíris. Basta ver cómo enseña desde el más allá. 

Buena semana hagamos y tengamos. ¡Salud!

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