26/02/2023
 Actualizado a 26/02/2023
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Parece que se va a acondicionar un aparcamiento al aire libre en la Avenida de Asturias, muy útil para la gente que viene de fuera de León a trabajar, y no menos para los vecinos de San Esteban. Me alegro por ellos, con lo difícil que está el tema en los barrios. O eso nos parece a un colega y a mí, quienes, si tuviésemos editorial, podríamos escribir un ‘tractatus’ de hondura sobre la dificultad del aparcamiento. Ejerce este particular una especial atracción sobre nosotros. Le dedicamos más horas de conversación que a cualquier otro asunto, y somos padres primerizos los dos. Todo encuentro es bueno para acabar divagando sobre bordillos amarillos y su más que probable pintado a manos del propietario del local que quede delante. Hemos concluido que ninguna otra necesidad humana lleva a tamañas disputas, ni el hambre. No dejo yo el coche en un sitio después de levantárselo a otro ni loco. Ni siquiera en un parking, con lo chungos que son los vigilantes-porteros, vigilantes para dar el alto si te ven fato y porteros para hacerse los longuis si hay daños.

En el centro de León se venden muchas plazas y se pueden alquilar por unos setenta lereles. En mi barrio es lo contrario, no hay nada disponible. Hace años residir en la periferia y no poder aparcar era impensable. Disponer de hueco era algo natural, como tener carnet del Aero para otros. Pero ya no. The times, they are a changin. Nos queda la esperanza de que van a urbanizar cuatro prados cercanos y en uno van a poner un Gadis. Estamos como locos pensando que podremos aparcar allí y estamos tramando como disuadir a los profesores que cogen rutas a los pueblos para que no peten el aparcamiento como hacen con el del Gadis de Mercaleón. Quizá con carteles del AMPA.

Habrá quien diga que nada de eso les pasa a los usuarios del transporte público, gente sana y sostenible que puede que no conozca la diferencia de significado entre toser y estornudar, pero conoce bien la que hay entre autobús y autocar, no como el resto de la humanidad, que desde que la centenaria Alsa se metió a dar servicio urbano estamos perdidos. Valga esta regla mnemotécnica: si tiene suspensión que le permita ser inclinado hacia un lado para dejar subir a gente con carrito o muletas pero su conductor no lo inclina por prisa, es autobús.

Los que sigan rechazando el bonobús siempre podrán acabar aparcando delante de una señal vertical de prohibido estacionar. Hueco habrá. Y por la multa de variable cuantía no se preocupen, que probablemente no encuentren un banco donde les dejen pagarla a la hora que vayan.
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