Animación ‘pospuja’

04/04/2024
 Actualizado a 04/04/2024
Guardar

No somos pocos los que sentimos una forzosa vuelta a la realidad cuando termina la Semana Santa. Obligados por el tiempo, que tan largo parece algunas veces y tan corto la mayoría, dejamos atrás diez días de sueño en los que justamente eso de descansar es lo que más falta. Es abril sinónimo de emociones a la baja tras la puja de los cofrades, que puede generar una resaca postvacacional peor que la de septiembre. El baño de realidad trae la guerra como agua que todo lo alcanza y las miserias de los políticos como un jabón que no limpia, sino que ensucia cuando frotas. A ello se suma la cruz que cada uno lleve a cuestas, después de unos días en los que la del Nazareno difumina la propia. En esta sociedad tan frustrada, quemada y desalentada, bastante nostálgica también, el cine de ficción animada es la puerta a Nunca Jamás. Así, del ‘Always look on the bright side of life’ con el que cerré la Pasión, me pasé a Peter Pan el Lunes de Pascua acompañado por la mirada de un niño de tres años al que el tic tac del cocodrilo le hacía más gracia que al que escribe. La animación infantil y la animación adulta es algo de lo que no podemos escapar, pues a veces unidas, a veces opuestas, ambas son una forma de volar sin perder la salud hacia otras realidades. La sabiduría adulta que encontramos en Disney y especialmente en Ghibli, sigue presente en otras animaciones más rompedoras o valientes a la hora de narrar. Es el caso de ‘Robot dreams’, cinta de Pablo Berger nominada al Óscar que todavía sobrevive en los cines después de tres meses y que, en un silencio tremendamente musical y con un sorprendente poso optimista, relata aquello del tópico de los juguetes rotos y la necesidad de los arreglos propios y también ajenos en los que se termina basando esto a lo que llamamos vivir y sentir como seres humanoides. Voy aprendiendo que la animación adulta es por y para gente cansada, a veces rancia, pero también curiosa, reflexiva y soñadora hasta casi rebosar el vaso de lo permitido. ‘Rick y Morty’ lo demuestran, pero también ‘Bojack Horseman’ y el italiano Zero que trata de cortar la línea de puntos de su vida y de que este mundo no le haga mala persona. Y es que ‘animación’ es una palabra con varios significados, tantos como tiene la vida. 

Lo más leído