Ahora son las estrellas

Con aquel ‘Faith’ de George Michael empezó todo. Recuerdo con absoluta nitidez aquellas noches de viernes que terminaban bien entrado el sábado. Corría 1988, las noticias sobre la NBA nos llegaban con dos semanas de retraso y cualquier cosa que allí sucedía nos llamaba la atención.

En febrero de aquel año apareció, como salido de la nada, un programa en Televisión Española llamado ‘Cerca de las estrellas’. Ramón Trecet, un periodista desconocido entonces para el gran público, nos deleitaba con su peculiar estilo: ‘catacrok’, ‘ding dong’. Lo de «¡Vilma, ábreme la puerta!» ya fue cosa del gran Andrés Montes.

Mi amigo Jorge y yo hacíamos acopio de víveres: rosquillas de chocolate, conguitos y unas cortezas de jamón nos acompañaban en cada programa. Y allí estábamos nosotros, con los ojos como platos. Expectantes para ver un partido de NBA, casi siempre en diferido. Aunque poco nos importaba aquello. Veíamos a Bird, a Johnson, al ‘gordo’ Barkley y a todos esos descomunales jugadores que nos dejaban boquiabiertos en cada acción.

Nos fijábamos en sus zapatillas, esas que meses después buscábamos ávidamente en los escaparates de todas las tiendas de deporte de la ciudad y que no siempre encontrábamos.

Soñábamos con ser como ellos. Tener su destreza, su estatura y sus capacidades atléticas. Así de ilusos éramos.

Parecía un mundo de marcianos, absolutamente inalcanzable y extraordinariamente lejano. Hasta que llegó Fernando Martín y rompió la barrera, el mundo parecía ser más pequeño y Estados Unidos estar más cerca. Después fueron llegando los demás: Pau, Raül López, Calderón, Garbajosa, Rudy, Sergio Rodríguez, Navarro, Marc, Ricky, Ibaka, Claver y Mirotic.

Empezaron a lograr hitos: ‘rookie’ del año, récord del mejor porcentaje de tiros libres en liga regular, mejor defensor del año, MVP varias semanas, quinteto ideal de la liga… incluso un par de títulos de liga. Por si esto no fuera suficiente, por primera vez en la historia, esta temporada dos hermanos serán titulares en el ‘All Star’. Pau y Marc Gasol. Se confirma, ahora los nuestros son las estrellas. Un orgullo.