Un pacto anunciado

Luis Carlos Arias
10/11/2023
 Actualizado a 10/11/2023

¿Por qué dilatan el final anunciado si todo el mundo da por descontado cómo será? «Vergonzoso y traicionero», se comenta entre bastidores. Es verdad que no necesitan el tiempo para llegar a un acuerdo, pero sí para montar un relato donde nadie quede señalado. Y que en este entramado vicioso, con más vueltas que un tiovivo, ningún comediante del espectáculo circense salga mareado. Cuando empiece la distracción, o el embrollo narcisista, se lanzarán dardos envenenados. Habrá tiras y aflojas, como si estuvieran enzarzados en el juego de la cuerda; consultarán a las bases, para cubrir el expediente y justificar su tropelía; puede también que se dejen aconsejar por el agorero de turno, aunque se encuentre huido. Pero si todo esto falla no vacilarán en acudir al milagrero, dejando todo en suspense hasta el último minuto. Todo por ablandar las conciencias y simular que en esta contienda todos ganan. Pero siendo realistas en toda pugna siempre habrá ganadores y perdedores. Y si no que se lo pregunten a uno de Murcia, de León, o de… que en esta fiesta donde no pintan nada, mientras observan cómo unos recogen el báculo y otros enormes beneficios, en forma de privilegios, amnistías y concesiones millonarias. Ellos serán los paganos, que además de poner los platos, les tocará recoger las sobras y arreglar los desperfectos.

Y a estas alturas del espectáculo circense, me pregunto: ¿No les convendría cambiar la Ley Electoral para evitar el chantaje inicial y la humillación del final?

Esto solo es una sugerencia, y no un dardo envenenado, señores políticos. No miren tanto en sus intereses, sino en el bien común de todos los ciudadanos que con tanto entusiasmo defienden, y se llenan la boca, pero solo para pronunciarlo.

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