A dos segundos de distancia

Como si mis oídos estuvieran perdidos en otras andanzas, me giro para dejar que ellas vayan marcando el rumbo de sus conversaciones de niñas. Tienen ocho y diez años y una tía que saca pecho cada vez que las oye encadenar pensamientos comunes. Las peques hablaban del 16 D. –Tenemos que ir a la manifestación porque es por el futuro del Bierzo y los niños somos el futuro (transcribo las palabras de la menor). –Pero el futuro es dentro de dos segundos (argumenta la mayor) ese sigue siendo el futuro de los padres, que vayan ellos….aunque también es dentro de veinte años, tenemos que ir (culminaba la reflexión). Ambas cogieron sus paraguas con firmeza y retaron a la lluvia dominguera para enfocarse tras las pancartas como parte de ese Bierzo en el que viven y que, a sus escuetas velas, no contemplan ver morir. Tal vez ninguna calculadora las trasladó a números, pero ellas sabían lo que buscaban compartiendo esa unidad comarcal, poder quedarse en un futuro en el que caben ellas y los demás. Supongo que olvidarán lo que pasó en Ponferrada un 16 D de 2018 en unos años, pero no que forman parte de un todo que les compete y les implica y del que no quieren pasar, al menos desde su infancia. Tal vez sean ellas el ejemplo para todos los demás o el testimonio de lo que representa unirse. Ojalá se les tatúe la batucada que movía sus pies durante la marcha en defensa de una comarca única y no lleguen a ser como los que buscaban otros fines bajo el paraguas. Pero era tan simple como mirar dos segundos más allá, sin buscar votos a corto plazo ni querencias políticas, sin arrimar ascuas a sardinas, sin ir de pesca. Solo caminar unidos y casi en silencio para que el grito sobrepasara cualquier frontera. No fueron 40.000los que se mojaron ese día, pero sí la mitad y esa cantidad ¿no puede poner en valor un despertar?