José Pedro Fernández Vázquez: "Este verano va a haber casos nuevos con toda la gente que viene"

El gerente de Atención Primaria del Área de Salud de León considera que el sistema está preparado para todas las circunstancias posibles

Sergio Jorge
06/07/2020
 Actualizado a 06/07/2020
El gerente de Atención Primaria del Área de Salud de León, José Pedro Fernández Vázquez. | MAURICIO PEÑA
El gerente de Atención Primaria del Área de Salud de León, José Pedro Fernández Vázquez. | MAURICIO PEÑA
Desde que José Pedro Fernández Vázquez llegó a la Gerencia de Atención Primaria del Área de Salud de León a finales de 2018 se ha tenido que enfrentar a la falta de profesionales y a la reestructuración del sistema impulsada por la Consejería de Sanidad, a cuya responsable, Verónica Casado, aplaude su trabajo y entrega. Pero el coronavirus ha sido la prueba más dura y la causa de que todo vaya a cambiar a partir de ahora. Pese a ello, se muestra convencido de que de esta situación se pueden extraer también aspectos positivos, aunque no sin sacrificio por parte de unos sanitarios a los que no deja de agradecer su extenuante labor durante los últimos meses. Ahora llega el verano y anuncia que la alerta sigue al máximo.

– ¿Cómo está trabajando actualmente la Atención Primaria de León?
– Tenemos dos objetivos básicos. Uno es el coronavirus, su presencia y la vigilancia epidemiológica, y otro es cómo hacemos para asistir a la población lo mejor posible en estas circunstancias. Para ello tenemos que ver qué herramientas tenemos y cómo deberían estructurarse los consultorios de cara al verano. La prioridad es la asistencia sanitaria, no el número de tarjetas de cada centro. Todos los alcaldes piden lo mismo: que se abran los consultorios, pero esta estrategia no es reflexiva, aunque entiendo a los políticos.

–¿Se va a aprovechar el coronavirus para cerrar consultorios?
–No es un aprovechamiento. Sin duda hay una ola de surf, y como no puede ser de otra manera, por muy tsunami que sea, si hay oportunidades de mejora, hay que aprovecharlas. El paso más sencillo es el de abrir, pero si consiguiéramos que entre todos, los 600 estuvieran conectados online con un ordenador de sobremesa y un teléfono, y por tanto capacidad de alta conexión con todo nuestro sistema, la mejora es del 100 %. Quiero recalcar que la medicina es la que es, es esencial ver y explorar a los pacientes, pero no es menos cierto que si existen un conjunto de herramientas que favorecen esa medicina, hay que aprovecharla. Ni va a ser todo presencial ni tampoco todo telefónico o telemedicina. Siempre hay miedo al cambio, recuerdo que había gente que no entraba al Medora. La resistencia a ser conservador la entiendo, pero no podemos dejar las consultas como las teníamos, porque ese modelo que genera desgaste iba cada vez de mal en peor. Mi impresión fundamental, tal y como lo veo yo, es que en las consultas ocurría que se iba a la peluquería, a comprar el pan y de paso al médico. Espero que sirva para que la gente se conciencie con corresponsabilidad.

Todos los alcaldes piden abrir los consultorios; esta estrategia no es reflexiva, aunque los entiendo– ¿Van a estar abiertos los consultorios? ¿Se va a imponer la telemedicina también para los mayores?
–Esto lo digo como José Pedro, es como yo lo veo: nuestros mayores tienen que tener la misma igualdad y acceso a la medicina que los demás. También tienen que poder vivir donde quieran, como si es el sitio más recóndito de la provincia, que ya es extensa. La pregunta no es si tengo un pequeño consultorio para estar un día abierto dos horas y que vayan a estar allí, sino que lo importante es que los pacientes puedan estar bien atendidos, y no es imperativo tener un consultorio al lado de ellos, con las herramientas que hay, también de relaciones humanas. Tengo personal en los equipos de Atención Primaria con muchos recursos, los trabajadores sociales están aprovechados dentro de unas cotas, porque están los de Primaria, los de los Ceas de la Diputación y de los ayuntamientos, está muy atomizado. Y sin embargo estamos ante pacientes mayores con necesidades no siempre sanitarias, sino sociosanitarias. Si no requieren atención médico-enfermera, sino de otras personas del equipo, que estén cerca de ellos. Si una señora no ha levantado la persiana, tienen que captarlo y decírselo al médico y se ponen en marcha los mecanismos sanitarios. Los trabajadores sociales son unos más del equipo para resolver los problemas. Entonces hay que llegar al domicilio, por lo tanto no es necesario que tenga que estar físicamente abierto el consultorio. No son recortes ni una revolución encubierta ni nos estamos aprovechando del coronavirus, aunque nos ha hecho reflexionar. Si a estas alturas el desarrollo tecnológico permite la cita previa, es lo normal, pero teniendo en cuenta que no todos nos podemos desarrollar tecnológicamente al máximo.

– ¿Hace falta reforzar la Atención Primaria para que funcione bien?
– En Primaria se invierte el 13,5 %, pero todos estamos de acuerdo en que sea el 20 o 25 % y cualquier pequeña inversión es exponencial. Me interesa más tener un buen consultorio, da igual las tarjetas que tenga, porque me interesa más una buena asistencia. Y sin arriesgarnos más de lo necesario con el coronavirus, porque lo más sencillo sería abrir todos los consultorios locales, dejarse llevar. Se trata de dar atención a la población. En la parte más cruda del desarrollo del coronavirus, seguro que el teléfono no resolvió todo bien, pero es que ni es todo teléfono ni todo presencial, en España parece que solo puede ser de una manera u otra. Se trata de aprovechar lo que tenemos. Se lo digo a los alcaldes, que tengo dinero para contratar a 15 médicos, pero tráemelos. ¿Dónde está el recorte? Me da igual la línea política, vamos a estar todos de acuerdo en que la Atención Primaria necesita un SOS, un oxígeno y revitalizarse. Realmente el cambio de modelo es algo que no cuestiona nadie. El formato que elijamos exige que todos estemos de acuerdo.

Es esencial ver y explorar a los pacientes, pero hay que aprovechar las herramientas que favorecen la medicina– ¿Está preparada la Atención Primaria para el verano?
– Las cosas son complicadas. Ha sido un tiempo de incertidumbre y ansiedad para los profesionales. Pretendemos tener un verano razonable. Si la estructura se ha acomodado al coronavirus, la idea es que siga siendo dinámica. No digo que en un momento determinado se desborde, pero me cuesta creerlo. Sí que estamos haciendo el potencial cálculo y veremos cómo va. En cuanto a los veraneantes, estamos dispuestos a hacer lo que haga falta, con los medios que tenemos, y hemos apostado por reforzar Enfermería, así como las consultas telefónicas y presenciales, que hace 20 días comenzamos a hacer. No es cuestión de abrir consultorios, sino de cómo atendemos mejor a la población, o cuáles son los puntos estratégicos para atenderla bien. Pero claro que es complicado y viene dado por el coronavirus, que sigue estando, no se puede olvidar. Sin duda vamos a hablar de casos nuevos este verano con toda la gente que viene. No se me podría tolerar que pensara que no vamos a sufrir por el coronavirus. Lo que tiene este virus es que hay que ser muy rápido, se expande nocivamente muy rápidamente y cuando lo detectamos ya ha hecho daño al sistema. Y en esos días que ya ha contaminado aparecen personas sin síntomas, pero sabemos seguro que va a seguir contaminando. Es el enemigo invisible. Es una enfermedad que tiene muchos problemas. Del día 0 al día 3 no se detecta por PCR y ya está contagiando. A partir del día 3 se detecta con PCR, siempre que no sea un falso negativo, la prueba no es 100 % específica y sensible, aunque es una herramienta extraordinaria y funciona. La clínica al séptimo día. El paciente se puede acordar de los contactos de hace dos días, pero de hace tres o cuatro es más difícil. Si el contagio es en un sitio cerrado parece que está más controlado. No es tan fácilmente medible cuando estamos en la calle.
En Atención Primaria se invierte el 13,5%, pero todos estamos de acuerdo en que sea el 20 o el 25%
– ¿Cómo ha sido el trabajo en las residencias de mayores?
– En las residencias somos conscientes de cómo ha sucedido, al ser una estructura tan cerrada en cinco días tienes todo contaminado, y no cabe ninguna demora, en el mismo momento en el que detectas un caso ya tienes portadores asintomáticos. Hay que ir a toda pastilla a hacer PCR. Por eso es difícil programar, no puedes estar preparado desde el punto de vista organizativo más que de esa manera. Puedes tener equipos para hacer las PCR pero unos serán en alerta y otros de carácter normal. Todos los días se hace un barrido de la provincia de León, hay un par de circuitos que se mantienen para todo el verano. Todos nuestros médicos pueden pedir las PCR que necesiten y los rastreadores siguen funcionando. Cuando hemos llegado al mes de junio había bajado el nivel de alarma y estábamos en torno a 100 PCR diarias para hacer el ‘scrining’ de todo lo que pasa. Si la gente llega paulatinamente a los pueblos, los médicos tienen que seguir controlando con PCR y que pidan todas las que haya que pedir, teniendo en cuenta el origen, dónde van, etc.

– Tanto si hay focos como si no, y si hay muchos veraneantes o no, ¿va a estar Atención Primaria preparada para atender todas las circunstancias?
– Entiendo que estamos preparados. El Pecuario se queda todo el verano, que hace 200 PCR al día, no es un mal número, el Hospital daría el do de pecho, y podría hacer 100 o 200. No es menos cierto que si necesitáramos ayuda de otra provincia, la tendríamos. En alguna residencia podemos necesitar hacer 400 muestras, más el resto, porque no deberíamos centrarnos solo en un sitio. Tenemos capacidad para hacer lo que tengamos que hacer.

– A eso se le puede añadir las bajas o vacaciones de los profesionales.
– En el conjunto del Área de León, dentro de los equipos de atención son 303 plazas de médicos. Luego hay 58 médicos de Área y un conjunto de médicos que iban terminando la especialidad, que permitía contratos por tres años, que este año se han quedado 7. En Enfermería son 350 pero no hemos tenido inicialmente problemas. Ya contratamos muchas para la vigilancia epidemiológica y se quedan hasta octubre, pero no sabemos qué va a pasar después. Es una estructura muy dinámica que tendrá que adaptarse a lo que suceda, y no podemos establecer planes a futuro, pero el antes y después será cuando llegue la vacuna.
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