A juicio por estafar a una mujer 286.692 € para una "cuenta del cielo" fingiendo llamadas de Dios

El juicio se celebrará en la Audiencia este miércoles, 5 de julio, y el fiscal pide para el acusado ocho años de cárcel por un delito continuado de estafa

R. Álvarez
03/07/2023
 Actualizado a 03/07/2023
Un hombre se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de León este miércoles, 5 de julio, a partir de las 10 horas, por un delito continuado de estafa por el que el fiscal le pide una pena de ocho años de cárcel y 24 meses de multa con una cuota diaria de diez euros y responsabilidad personal subsidiaria para el caso de impago. En sus conclusiones provisionales el fiscal subraya que el hombre, mayor de edad y con antecedentes penales no computables, se aprovechó de la «larga relación de amistad» entablada con una mujer y su familia, «que se remontaba a algunos años antes del 2008», y la «confianza que ella tenía en él», ya que lo consideraba como parte de la «familia». El hombre se dio cuenta de que en 2013 esta mujer empezó a sufrir «una alteración en el contenido del pensamiento» en forma de «ideación delirante místico-religiosa y megalomaníaca que alteraba en su totalidad su capacidad de juicio y decisión», subraya, y que la situaba «fuera de la realidad». De esta manera, y al menos desde el año 2013, la Fiscalía estima que esta «idea delirante» en la mujer se hizo «más presente» y alteró sus capacidades cognitivas y volitivas «plenamente».

El hombre, sabiendo esto y «guiado por el ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito» –según señala el fiscal en su escrito– decidió «aprovecharse del estado mental» de la mujer y de su estrecha relación de amistad y «maquinó la posibilidad de hacerse con todos sus ahorros», que guardaba en distintas cuentas bancarias «tras años de vida muy austera», ya que apenas disponía «por costumbre», dice la Fiscalía, «de 300 euros mensuales para sus gastos».

De esta manera, el acusado le hizo creer con llamadas telefónicas desde un número oculto que «nuestro señor Jesucristo o la Virgen María le llamaban para pedirle que sacase distintas cantidades de dinero en efectivo de sus cuentas y se las diese para depositarlas en el banco del cielo o bien para que se las llevase a su tienda, en León». Una vez allí le pedía, en un cuarto para masajes que había en el local –tal y como recoge el fiscal en el escrito– que metiera el dinero en un cajón desde donde iba al «banco del cielo», tras convencerla de que «allí le rentaría más y podría construir una casa en el cielo junto a su madre y su esposo fallecido». Además, el acusado también la hizo creer que él también depositaba dinero en es este banco y, para dar mayor credibilidad a las apariciones, según el relato de fiscalía, «escenificaba conversaciones en la tienda en las que hacía creer a la mujer que estaba hablando con su madre fallecida, Dios o la Virgen María, presionándola con matar a sus hijos o hacer desaparecer el dinero depositado en el cielo si les contaba a aquellos que estaba entregándole dinero».

Con esta treta el acusado consiguió que la mujer se desprendiera y le entregase desde enero de 2013 a enero de 2019 un total de 286.692 euros sin que pudiera percatarse de que quien verdaderamente se estaba quedando con su dinero era el acusado. De este modo, en la cuenta bancaria que la mujer tenía abierta como titular exclusiva sacó dinero en varias ocasiones en efectivo desde enero de 2013 a mayo de 2017, fecha en la que quedó sin saldo, ascendiendo el importe de los reintegros realizados a un total de 113.135 euros, de los que 9.420 se corresponden a 2013, 52.617 a 2014, 26.475 a 2015, 24.593 a 2016 y 30 euros a 2017. En muchas de las ocasiones las cantidades sacadas superaron los 400 euros, llegando a extraer de una sola vez 2.700, 1.600, 3.564, 2.000, 3.500, 6.000, 8.000 y hasta 11.500 euros.

Por su parte, en la cuenta abierta en 2014 en otra entidad bancaria y en la que la mujer acabó domiciliando su pensión de viudedad «que también rapiñó el acusado», la mujer extrajo dinero en efectivo en varias ocasiones desde el mes de junio de 2014 hasta diciembre de 2019 por un importe total de 152.156 euros. En esta cuenta la mujer contrató varios préstamos bancarios con el único fin de entregarle el importe total al acusado e hizo un traspaso de documentos para su compensación de 74.735 euros para nutrirla de fondos que sacaba en efectivo para atender las peticiones que el acusado le hacía simulando ser Nuestro Señor Jesucristo o Dios o la Virgen María. Llegó también a domiciliaren esta cuenta en noviembre de 2014 la pensión de viudedad, de 713,21 euros, que sacaba «prácticamente íntegra en efectivo para ingresarla en el banco del cielo». En esta cuenta también realizó reintegros de cantidades superiores a 400 euros, tales como 4.000, 6.000, 10.000, 1.000, 2.000, 3.300, 2.000 o 1.800 euros.

En la cuenta que la mujer tenía abierta como única titular y que dejó sin saldo tras sacar 46.600 euros también realizo reintegros de cantidades superiores a 400 euros, tales como 4.000, 3.000, 1.000, 2.000, 3.000, 2.500 y 1.500 euros.

Para el fiscal los hechos constituyen un delito continuado de estafa por el que considera que procede imponerle una pena de ocho años de prisión y 24 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros y responsabilidad personal subsidiaria para el caso de impago, a lo que añade el abono de las costas derivadas del procedimiento. Además, en concepto de responsabilidad civil subraya que deberá indemnizar a la mujer en 286.692 euros por el dinero que esta le entregó , una cantidad a la que pide que se le sumen los correspondientes intereses.
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