23/06/2015
 Actualizado a 18/09/2019
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No cabe duda que la cosmética y todo aquello que contribuya a mejorar la imagen tiene mucha importancia en las relaciones sociales, pero de poco sirve el cuidado de la imagen exterior si no se corresponde con otras cualidades internas de la persona. Se supone que los políticos también gastan algún dinero en asesores de imagen, aunque no siempre acierten ni ello dé buenos resultados. Cuando uno los ha conocido al natural, sin maquillaje, de poco sirve que intenten aparecer lo que no son. Así, por ejemplo, el líder de los socialistas aparece ahora con una gran bandera nacional como decorado de fondo a la hora de presentarse como candidato a presidente de gobierno, mientras se asocia con quienes prefieren la bandera republicana y sueñan poco menos que con la desaparición de España. Tampoco parece acertado un ejercicio de la oposición que descalifique globalmente y satanice a los adversarios, en lugar de hacer propuestas constructivas y realistas.

Los del Partido Popular tratan de buscar una nueva imagen, después del castigo recibido en las municipales y autonómicas, para ver si remontan en las generales. Sinceramente, da la impresión de que no se enteran. Lo que tienen que hacer es ser ellos mismos y no perder su identidad, quitando sus enormes complejos. Ciertamente la corrupción les ha podido quitar votos, pero quizá no tanto, pues también afecta a otros partidos y estamos viendo cómo van cayendo los corruptos. Los recortes no gustan a nadie, pero si eran necesarios para evitar una bancarrota, el personal intenta comprenderlos. Lo que tienen que pensar es que lo que más daño les hace es la abstención de aquellos que no se atreven a votarles ni con la nariz tapada. Decir que defienden la vida humana, cuando en España son destruidos más de trescientos niños cada día, es una conducta repleta de cinismo. Hacer una promesa y volverse atrás tan descaradamente es algo que a muchos votantes su conciencia no les permite soportar. Siempre han presumido de inspirarse en el humanismo cristiano, pero los hechos demuestran lo contrario. No basta con maquillarse y no se ve otra cosa que maquillaje.
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